Últimamente cada vez que abro un periódico veo la palabra “crisis” con letras bien gordas. Cuando veo el telediario, este siempre empieza con noticias sobre la crisis. Entro en un bar a desayunar y siempre hay un grupito acodado sobre la barra hablando de la crisis. Tenemos la crisis hasta en la sopa. Ya solo nos falta que la anuncien en las marquesinas de los autobuses, como si fuera una colonia: “Eau de crisis”. Dado que todo lo que yo sé sobre Economía cabe en un librote verde que estudié en 5º de carrera, hace ya más años de los que a mí me gustaría, semejante acumulación de “crisis, crisis, crisis” me ha dejado con un montón de dudas.
¿Crisis? ¿Qué crisis?: Hace algunos años, unos cuantos “inorantes”, al ver subir la vivienda como la espuma, pensábamos: “Esto tiene que pegar el petardazo en algún momento, las constructoras se van aquedar con pisos sin vender a cascoporro y, a ver entonces, cómo van a pagar los créditos que han pedido para construirlos”. Ante estas dudas, los “guruses” de la economía se carcajeaban y decían que no teníamos ni puñetera idea de economía (lo cual, al menos en mi caso, es cierto). También, cuando veíamos subir el Euribor y, con él, las hipotecas, pensamos: “Joder, con el precio al que se están poniendo las hipotecas, la gente no va a poder pagarlas y los bancos se van a encontrar con un montón de impagos”. A lo que los “guruses” económicos respondían: “La gente se morirá de hambre antes que dejar de pagar el piso”. Cuando vimos subir los precios del petróleo y los cereales pensamos que esas subidas se iban a traducir en incrementos de costes para las empresas, con lo que muchas cerrarían y un montón de gente iría al paro, y subidas de precios para los consumidores. Y resulta que los precios subieron, que empezaron las regulaciones de empleo, que las hipotecas están por las nubes y que el parque de viviendas sin vender está engordando más rápido que Terelu Campos. Pero resulta que ahora, cuando el Gobierno POR FIN ha admitido que estamos en crisis, la crisis es financiera. Vamos, que los únicos que tienen problemas son los bancos, pobrecitos. ¿Es qué los demás estamos de puta madre (con perdón)?
Donde dije digo, digo Diego: No, no creo que porque el Gobierno admita que haya crisis, esta se vaya a solucionar. Tampoco creo que sea bueno que un gobierno sea catastrofista. Es posible que una actitud de moderado optimismo ante la fortaleza del sistema sea lo más apropiado. Pero, desde luego, entre el moderado optimismo y la negación de la realidad va un abismo. Negar la crisis durante meses para luego admitirla, decir que el sistema bancario español es el más fuerte del Mundo y ofrecer menores garantías para los depósitos que otros países de nuestro entorno… son comportamientos que hacen dudar entre si estamos en manos de incompetentes o de mentirosos patológicos. ¿Cuál de estas dos características es mejor para un gobernante?
¿Responsabilidad? ¿Ezo qué e’?: En su blog, La Realidad Estupefaciente, Santi Ego comparaba a los banqueros con niños encerrados en una tienda de dulces. El niño, inconsciente de que el sistema digestivo humano tiene un límite, se pega un atracón de dulces y esa noche tiene una indigestión de padre, madre y muy señor mío. Los banqueros, con una inconsciencia casi infantil, se han lanzado a realizar operaciones con grandes beneficios pero muy arriesgadas y, una vez hartos de beneficios de crema y pastel de dividendos, ha llegado un momento en que los riesgos se han materializado y el precio de su inconsciencia ha caído sobre sus cabezas. La única diferencia es que los banqueros, en vez de revolcarse entre dolores a causa de la indigestión, verán como por sus ventanas entran, cual hadas madrinas, los gobiernos occidentales que agitando sus varitas mágicas, fabricadas a base del dinero de los contribuyentes, les curarán la tripita y además les regalarán un bollo. No digo que haya que dejar desplomarse el sistema bancario mundial, pero, ¿van a dejar que los responsables de empujarlo hasta el borde del precipicio se vayan de rositas?
Tirar la piedra y esconder la mano (no lo hacemos nunca si no está justificado): Aun a pesar de que esto de la crisis se ha transformado en los medios de comunicación en algo prácticamente exclusivo de los bancos, yo, que soy un cabezota y un “inorante”, sigo emperrado en que hay más gente en problemas a causa de la crisis. En eso coincido con el PP: sería bueno tomar medidas para que las pequeñas empresas y los ciudadanos de a pie podamos capear mejor el temporal. Claro, que me gustaría saber en que consisten las medidas en las que una y otra vez insiste Rajoy. ¿Les estamos pagando el sueldo, a usted, don Mariano, y a sus numerosos adláteres, para que digan: “Hay que hacer algo pero no sé qué”?
Prietas las filas: El Gobierno que, como todos sabemos, ha mostrado un comportamiento impecable, resuelto, capaz en lo que llevamos de crisis (sí, estoy siendo sarcastico) “esige” a la oposición que se adhiera sin rechistar a lo que él propone. Creo que esta gente confunde la lealtad y la unidad en pos de un objetivo común con la obediencia ciega. Teniendo en cuenta cual ha sido hasta ahora el comportamiento del Gobierno no creo que esté de más que el Parlamento, como representante de los ciudadanos, controle su actuación estrechamente y que, si algún diputado de la oposición, tiene buenas ideas (que lo dudo, pues me parece que el talento no es algo que sobre en el Parlamento) estas sean aprovechadas por el bien del país. El PSOE, en cambio, lo que propone es un mercadeo por el cual: “Tú haces con el presupuesto de los lugares en que gobiernes lo que te salga de los cojones, que yo lo haré en los míos”. Vamos, que están proponiendo un trapicheo apestoso y al que no esté de acuerdo con él solo les ha faltado llamarlo anti-español. ¿Podría ser que en este país todavía queden muchos tics franquistas, y no solo en los escaños de la derecha?
Pues estas son mis dudas sobre la crisis económica. Ya he admitido mi “inorancia”, por lo que agradecería que, si alguno de los lectores de Gatos en Carnaval es ducho en temas económicos, haga el favor de ilustrarme sobre ellas. En caso de que este blog sea poco visitado por economistas y gentes de semejante jaez, le rogaría al señor presidente del Gobierno (que me consta nos sigue fielmente) que me haga llegar los apuntes de aquellas dos tardes que pasó con Jordi Sevilla aprendiendo todo lo que le hacía falta saber sobre Economía.
¿Crisis? ¿Qué crisis?: Hace algunos años, unos cuantos “inorantes”, al ver subir la vivienda como la espuma, pensábamos: “Esto tiene que pegar el petardazo en algún momento, las constructoras se van aquedar con pisos sin vender a cascoporro y, a ver entonces, cómo van a pagar los créditos que han pedido para construirlos”. Ante estas dudas, los “guruses” de la economía se carcajeaban y decían que no teníamos ni puñetera idea de economía (lo cual, al menos en mi caso, es cierto). También, cuando veíamos subir el Euribor y, con él, las hipotecas, pensamos: “Joder, con el precio al que se están poniendo las hipotecas, la gente no va a poder pagarlas y los bancos se van a encontrar con un montón de impagos”. A lo que los “guruses” económicos respondían: “La gente se morirá de hambre antes que dejar de pagar el piso”. Cuando vimos subir los precios del petróleo y los cereales pensamos que esas subidas se iban a traducir en incrementos de costes para las empresas, con lo que muchas cerrarían y un montón de gente iría al paro, y subidas de precios para los consumidores. Y resulta que los precios subieron, que empezaron las regulaciones de empleo, que las hipotecas están por las nubes y que el parque de viviendas sin vender está engordando más rápido que Terelu Campos. Pero resulta que ahora, cuando el Gobierno POR FIN ha admitido que estamos en crisis, la crisis es financiera. Vamos, que los únicos que tienen problemas son los bancos, pobrecitos. ¿Es qué los demás estamos de puta madre (con perdón)?
Donde dije digo, digo Diego: No, no creo que porque el Gobierno admita que haya crisis, esta se vaya a solucionar. Tampoco creo que sea bueno que un gobierno sea catastrofista. Es posible que una actitud de moderado optimismo ante la fortaleza del sistema sea lo más apropiado. Pero, desde luego, entre el moderado optimismo y la negación de la realidad va un abismo. Negar la crisis durante meses para luego admitirla, decir que el sistema bancario español es el más fuerte del Mundo y ofrecer menores garantías para los depósitos que otros países de nuestro entorno… son comportamientos que hacen dudar entre si estamos en manos de incompetentes o de mentirosos patológicos. ¿Cuál de estas dos características es mejor para un gobernante?
¿Responsabilidad? ¿Ezo qué e’?: En su blog, La Realidad Estupefaciente, Santi Ego comparaba a los banqueros con niños encerrados en una tienda de dulces. El niño, inconsciente de que el sistema digestivo humano tiene un límite, se pega un atracón de dulces y esa noche tiene una indigestión de padre, madre y muy señor mío. Los banqueros, con una inconsciencia casi infantil, se han lanzado a realizar operaciones con grandes beneficios pero muy arriesgadas y, una vez hartos de beneficios de crema y pastel de dividendos, ha llegado un momento en que los riesgos se han materializado y el precio de su inconsciencia ha caído sobre sus cabezas. La única diferencia es que los banqueros, en vez de revolcarse entre dolores a causa de la indigestión, verán como por sus ventanas entran, cual hadas madrinas, los gobiernos occidentales que agitando sus varitas mágicas, fabricadas a base del dinero de los contribuyentes, les curarán la tripita y además les regalarán un bollo. No digo que haya que dejar desplomarse el sistema bancario mundial, pero, ¿van a dejar que los responsables de empujarlo hasta el borde del precipicio se vayan de rositas?
Tirar la piedra y esconder la mano (no lo hacemos nunca si no está justificado): Aun a pesar de que esto de la crisis se ha transformado en los medios de comunicación en algo prácticamente exclusivo de los bancos, yo, que soy un cabezota y un “inorante”, sigo emperrado en que hay más gente en problemas a causa de la crisis. En eso coincido con el PP: sería bueno tomar medidas para que las pequeñas empresas y los ciudadanos de a pie podamos capear mejor el temporal. Claro, que me gustaría saber en que consisten las medidas en las que una y otra vez insiste Rajoy. ¿Les estamos pagando el sueldo, a usted, don Mariano, y a sus numerosos adláteres, para que digan: “Hay que hacer algo pero no sé qué”?
Prietas las filas: El Gobierno que, como todos sabemos, ha mostrado un comportamiento impecable, resuelto, capaz en lo que llevamos de crisis (sí, estoy siendo sarcastico) “esige” a la oposición que se adhiera sin rechistar a lo que él propone. Creo que esta gente confunde la lealtad y la unidad en pos de un objetivo común con la obediencia ciega. Teniendo en cuenta cual ha sido hasta ahora el comportamiento del Gobierno no creo que esté de más que el Parlamento, como representante de los ciudadanos, controle su actuación estrechamente y que, si algún diputado de la oposición, tiene buenas ideas (que lo dudo, pues me parece que el talento no es algo que sobre en el Parlamento) estas sean aprovechadas por el bien del país. El PSOE, en cambio, lo que propone es un mercadeo por el cual: “Tú haces con el presupuesto de los lugares en que gobiernes lo que te salga de los cojones, que yo lo haré en los míos”. Vamos, que están proponiendo un trapicheo apestoso y al que no esté de acuerdo con él solo les ha faltado llamarlo anti-español. ¿Podría ser que en este país todavía queden muchos tics franquistas, y no solo en los escaños de la derecha?
Pues estas son mis dudas sobre la crisis económica. Ya he admitido mi “inorancia”, por lo que agradecería que, si alguno de los lectores de Gatos en Carnaval es ducho en temas económicos, haga el favor de ilustrarme sobre ellas. En caso de que este blog sea poco visitado por economistas y gentes de semejante jaez, le rogaría al señor presidente del Gobierno (que me consta nos sigue fielmente) que me haga llegar los apuntes de aquellas dos tardes que pasó con Jordi Sevilla aprendiendo todo lo que le hacía falta saber sobre Economía.
6 comentarios:
Aquí tienes el blog de Jordi Sevilla:
http://blog.jordisevilla.org/2008-10-11/lo-mejor-no-hacer-nada-mas/
jajajajajaja.
A parte de esto no te puedo ayudar en nada más y dudo que el presidente, que tan atentamente te sigue, o el señor Rajoy con eso de ayudar a los españoles de a pie (pero sin decir cómo), tengan la solución al problema.
Lo que está claro es que hay que prestar dinero entre todos nosotros a los bancos para que nos lo puedan prestar a nosotros sin tocar sus fondos: manda cojones! (sin perdones ni ná).
P.S. ¿Aún "respira" el monstruo?, ¿habéis probado a tocarle el violín?, jajajaja
Veo que la confianza que nuestro Gobierno, con el apoyo de la oposición (qué raro suena eso de “apoyo de la oposición”), están intentando crear en los corazones de la ciudadanía y de los inversores, no ha calado en ti, amigo Jajaja.
Tu mente divaga sin rumbo. No sabes a qué agarrarte en esa tempestad económica, Jajaja, pero yo te digo que lo único que necesitas es fe. La fe mueve montañas, y si esa fe la depositas en ZP, además de las montañas se moverá la “sociedaz” entera. Será un movimiento de progreso sostenido y sostenible que nos llevará a liderar todas las cumbres internacionales que se planteen de aquí hasta el fin del mundo. ZP es mi líder, nada me falta, su vara y su cayado me sostienen.
¡Amén!
Gracias, Peritoni, por la dirección del blog de Jordi Sevilla. Voy "iso-flauto" a pedirle los apuntes de las clases que le dio a Zapatero, a ver si por fin entiendo su política económica. Eso de que el dinero que se les va a dar a los bancos no va a salir de nuestros bolsillos porque se va a financiar con deuda pública, no lo he entendido del todo (¿quién va a devolverle su dinero, más intereses, a los compradores de deuda pública, ein?).
¡Alabaré, alabaré,
alabaré, alabaré,
alabaré a Zeta Pe!
No sé, Meteorismo. Como religión mesiánica en la cual depositar mi fe el Zapaterismo y la Alianza de Civilizaciones me parecen un tanto pobres. A mí me convencen más la religión de los vikingos, que en el Valhalla todas las noches tenían banquetes con comida y bebidas espirituosas como pa' una boda.
ya veremos cuando la crisis siga y siga, esto pinta mal mal. Un abrazo.
Hay un didáctico artículo sobre la cris aquí:
http://www.sonnenfeld.org/blog_lap/ddvlap_crisis_2007-2008.pdf
Pero te recomiendo este video (una de las cosas más divertidas que uno puede hacer en estos tiempos de desesperación):
http://www.youtube.com/watch?v=pFmYIFk5i1Q
Saludos.
Nada mejor para combatir la crisis que la creatividad en la cocina, Fernando. Prepara el pulpo a lo pobre, según sugiero en el siguiente artículo, y darás un respiro a tu bolsillo a la hora de llenar la cesta de la compra.
Gracias por el vídeo, Roski. Efectivamente, el asunto suena aun más ridículo que contado por mí. El que no he encontrado ha sido el artículo, digamos, serio.
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