La noche del domingo Dorami y yo estuvimos viendo el primer capítulo de la nueva serie de Antena 3, “La chica de ayer”. Se trata de una adaptación de la serie de la BBC “Life on Mars” que ya en su día fue emitida por esa misma cadena. El protagonista de “Life on mars” es un inspector de policía de nuestros días que, al parecer, como consecuencia de un atropello, es transportado en el tiempo a una vida en la que es también miembro de la Policía pero en 1973. El nombre de la serie viene de la canción de David Bowie, que sonaba en el CD del coche del policía antes del accidente y que luego sigue sonando en el radiocasete de un coche junto al que se despierta, ya en 1973. También alude al sentimiento de irrealidad que embarga al policía acostumbrado a los métodos científicos y al trabajo con la legislación más garantista de la actualidad, frente a los policías de los setenta, machistas, xenófobos… bestias, en una palabra. El guión juega con la incertidumbre entre si lo que sucede es que el protagonista está soñándolo todo mientras está en coma debido al accidente, si es que realmente ha vivido siempre en 1973 pero un golpe lo ha dejado medio tonto o la posibilidad de que todo sea cierto y que haya retrocedido en el tiempo.
En cuanto a la serie de Antena 3, el capítulo que pudimos ver ayer era prácticamente un calco del primer episodio de la británica, con la variación de que está ambientada en la España de 1977, poco después de morir Franco pero antes de la aprobación de la Constitución. En eso sale ganando la serie española, siempre resulta más cercano y simpático una serie ambientada en nuestro pasado que en el de los ingleses. Otro aspecto en el que también resulta vencedora frente a la británica es los actores: Ernesto Alterio “está bastante más bueno que el inglés, que era demasiado flaco” (Dorami dixit). En lo que a la actriz protagonista respecta, Manuela Velasco es también más atractiva que su contrapartida, Liz White. Ventajas de ser encrucijada de naciones, crisol de pueblos y patio de juegos de todo bárbaro con ansias de conquista, frente al aislamiento y la endogamia isleña.
En fin, una serie que combina nostalgia con tramas policíacas (algo así como una mezcla de “Cuéntame” con “El comisario”) y una cierta dosis de “esto puede que no sea lo que tú piensas que es… o todo lo contrario”. Un cóctel que podría funcionar. Esperemos, ya que dicen que los guiones de la versión española son originales, que han tomado la idea pero la han adaptado, que doten de algo más de contenido al componente policial de la serie, que en la inglesa era bastante flojito. Dorami y yo dejamos de ver la serie original por ese motivo; después de tres episodios que solo nos ofrecían pantalones de campana, unas intrigas bastante insustanciales y un protagonista al que se le va la olla, se nos hizo un poco pesada.
Aquí tenéis un adelanto de la serie por si os apetece echarle un vistazo:
En cuanto a la serie de Antena 3, el capítulo que pudimos ver ayer era prácticamente un calco del primer episodio de la británica, con la variación de que está ambientada en la España de 1977, poco después de morir Franco pero antes de la aprobación de la Constitución. En eso sale ganando la serie española, siempre resulta más cercano y simpático una serie ambientada en nuestro pasado que en el de los ingleses. Otro aspecto en el que también resulta vencedora frente a la británica es los actores: Ernesto Alterio “está bastante más bueno que el inglés, que era demasiado flaco” (Dorami dixit). En lo que a la actriz protagonista respecta, Manuela Velasco es también más atractiva que su contrapartida, Liz White. Ventajas de ser encrucijada de naciones, crisol de pueblos y patio de juegos de todo bárbaro con ansias de conquista, frente al aislamiento y la endogamia isleña.
En fin, una serie que combina nostalgia con tramas policíacas (algo así como una mezcla de “Cuéntame” con “El comisario”) y una cierta dosis de “esto puede que no sea lo que tú piensas que es… o todo lo contrario”. Un cóctel que podría funcionar. Esperemos, ya que dicen que los guiones de la versión española son originales, que han tomado la idea pero la han adaptado, que doten de algo más de contenido al componente policial de la serie, que en la inglesa era bastante flojito. Dorami y yo dejamos de ver la serie original por ese motivo; después de tres episodios que solo nos ofrecían pantalones de campana, unas intrigas bastante insustanciales y un protagonista al que se le va la olla, se nos hizo un poco pesada.
Aquí tenéis un adelanto de la serie por si os apetece echarle un vistazo: