jueves, 28 de febrero de 2008

Si queréis disfrutar más de vuestras relaciones sexuales…

No votéis a Rajoy, ¡ni se os ocurra! ¡Ni a Zapatero!, con esas cejas, ¡qué bajón en la libido, por Dios! Y es que, según revela Servimedia en su diario digital “La Crónica Social”, un estudio de Sigma Dos para el X Congreso Español de Sexología ha puesto de manifiesto que un 42% de los hombres que votan a partidos distintos de PSOE y PP disfrutan mucho de sus relaciones sexuales, frente a un 31% de los votantes socialistas y un 29% de los populares.

¿Qué hacer, entonces? ¿Existen partidos que no sean el PSOE y el PP? En “Gatos en Carnaval”, dentro de su función de servicio público, nos preocupamos por el bienestar físico y espiritual de nuestros lectores, así que os ofrecemos una serie de alternativas que harán que sintáis más gustico con eso del fornicio que Sánchez Dragó, y eso que dice que practica el “seso” tántrico (ya se sabe que Sánchez Dragó vota al PP).

En primer lugar, por supuesto, nuestro dios alienígena favorito: Cthulhu. Por fin, escuchando las plegarias de sus adoradores, esta suerte de pulpo culturista gigante se presenta a unas elecciones. Aquí tenéis el anuncio de su candidatura:



Cthulhu os ordena que visitéis su página, donde podéis encontrar su programa electoral, y le sacrifiquéis una virgen (esto va a ser más difícil). Iä, Iä, Cthulhu fhtagn!

Si sois algo más convencionales podéis probar con el partido de Rosa Díez, Unión, Progreso y Democracia. Dan ganas de votarlo solo por el nombre. ¿Quién podría oponerse a él? ¿Desunión, Inmovilismo y Dictadura? Este es su anuncio:



Por si os interesa, esta es la página de dicha formación y este es su programa electoral.

En un principio se pensó que UPyD se iba a unir con una formación que nació para las pasadas elecciones en Cataluña, en las que obtuvo varios escaños: Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía. Al final no pudo ser, debido, al parecer, a que los dirigentes de UPyD, partido que se dice de orientación transversal, no comulgan con la orientación de centro-izquierda en la que se encuadra Ciudadanos. Y digo yo: Cuando los dos principales partidos, uno de izquierdas, otro de derechas, tienen una política económica clónica, ¿cuál es el problema de que alguien se defina como de centro-izquierda? Pero dejémonos de elucubraciones y veamos qué es lo que ellos nos tienen que decir:



Si os han convencido, es posible que queráis visitar su página y leer su programa.

Ahora le toca el turno a un clásico: Izquierda Unida. Es una formación a la que le tengo cierto cariño porque me recuerda a mi equipo favorito, el Atleti, un equipo que tradicionalmente era el tercero en discordia pero que, de un tiempo a esta parte, anda dando tumbos. El vídeo que os ofrecemos es un dibujo animado protagonizado por un híbrido de Gaspar Llamazares e Indiana Jones llamado Gaspi:



Siguiendo con el símil futbolístico, este vídeo a mí me recuerda algunas eliminatorias europeas del Atlético contra equipos europeos de segunda o tercera fila como la Politécnica de Timisoara o el Vitoria de Guimaraes. De todas formas, si a vosotros no os ha dado la misma impresión, aquí tenéis la página de Llamazares, donde podréis disfrutar de más aventuras de Gaspi, la de la Coalición y su programa para las “prósimas” elecciones.

Por último, pero no menos importante, tenemos a Unión Asturianista. Yo no era demasiado partidario de presentarlo aquí, la verdad; como probablemente os habréis dado cuenta estoy más interesado en partidos que busquen reforzar la cohesión nacional, como UPyD o Ciudadanos, o bien la aniquilación total, como ERC o la candidatura “Cthulhu Presidente”. Pero Dorami, por razones sentimentales, se ha empeñado en que lo incluyera. Así que, como yo valoro más la tranquilidad doméstica que la coherencia política, aquí tenéis un vídeo de esta coalición en el Día de la Nación Asturiana (no he encontrado ningún spot electoral, lo siento):



Este es su blog y aquí está su programa fundamental (tampoco he encontrado el programa electoral, me parece que esta noche duermo en el sofá).

Pues bien, ya no podéis argumentar que no sabéis a quien votar que no sea el PSOE o el PP. Vosotros elegís qué queréis que sea vuestro voto: un (digamos) voto útil o la puerta a una vida sexual más satisfactoria. Estamos de elecciones.

viernes, 22 de febrero de 2008

Estamos en campaña

Hoy ha arrancado la campaña electoral con la tradicional pegada de carteles…

Sí, sí, no es coña.

Pero si Zapatero, Rajoy y compañía llevan ya meses de periplo por la geografía nacional, si desde hace tiempo miremos donde miremos cuando vamos por la calle no vemos otra cosa que cartelitos con sus jetas acompañadas de grotescos eslóganes, diréis.

Pues os aseguro que es hoy cuando comienza la campaña electoral. Lo dice bien claro el Ministerio del Interior. Hasta hoy estábamos en ese tiempo brumoso conocido con el nombre de “precampaña”, un tiempo en el que los políticos recorren España sin hacer otra cosa que prometer el oro y el moro y advertir al electorado que votar a su adversario garantiza la repetición en nuestras carnes mortales de las siete plagas de Egipto. Y me pregunto yo: “¿Tan bien estamos en este país como para que los que se supone que tienen la obligación de gobernarlo abandonen su trabajo durante varios meses?”. Y digo más: “Estos meses que se están pasando de viajecitos, ¿se los estamos pagando de nuestros bolsillos?”. Yo conozco a más de uno y más de dos servidores públicos, funcionarios interinos, que tienen que cogerse días de vacaciones o, en el caso inhabitual en que se lo permitan, días sin empleo y sueldo para preparar sus oposiciones y poder mantener su puesto de trabajo. ¿Por qué hemos de pagarles entonces a nuestros políticos por el tiempo exagerado que se pasan vendiéndonos la moto con el fin de obtener o mantener un cargo público? ¿Hemos oído aunque sea una sola propuesta interesante durante esta precampaña? ¿Alguna idea aparte de prometernos dinero, dinero que, no nos olvidemos, tendrá que salir de nuestros impuestos? ¿Ha servido de algo la precampaña, aparte de para malgastar los fondos de los partidos políticos, fondos que, por supuesto, salen en su mayor parte de las generosas arcas del Estado?

Los partidos políticos han dejado de ser, si alguna vez lo fueron, la correa de transmisión de las inquietudes políticas de la ciudadanía para convertirse en maquinaria de ganar elecciones, mecanismos para conseguir empleos para la oligarquía del partido a costa del erario público. Ocupar un cargo político, no nos engañemos, significa cada vez menos servir al pueblo que los ha elegido y más tener un puesto de trabajo cómodo, bien pagado y en el que se disfruta de un poder no desdeñable. No hay más que recordar ejemplos como el de Miguel Sebastián. Este señor, al que se nos vendió como un ejemplo de honradez y como una cabeza privilegiada que iba a sanear el Ayuntamiento de Madrid, se rajó miserablemente cuando no se cumplió su ambición de alcanzar el cargo de alcalde, desairando a todos los electores que, seguro, no desdeñarían que una persona honrada y de su (supuesta) capacidad como economista se sentase en la Casa de la Villa, aunque fuese en la oposición.

He hablado de Miguel Sebastián por ser un caso conocido a nivel nacional pero estoy seguro que no me faltarían más ejemplos. El de José Manuel Molina, exalcalde de Toledo por el Partido Popular, sin ir más lejos. Este señor, que con su inexistente gestión consiguió entregar a PSOE e IU la alcaldía de una de las ciudades más conservadoras de España, al no poder repetir en el cargo, traicionó la confianza que miles de toledanos habían depositado en él (Dios sabrá por qué) renunciando a su puesto como concejal de la oposición.

No son estos los ejemplos más cercanos en el tiempo. Hace unos meses Gallardón y Esperanza Aguirre estaban dispuestos a abandonar tan ricamente a los madrileños que les habían votado por razones de ambición personal. Las promesas hechas valían bastante menos que una buena posición en la lucha fratricida para suceder al líder de su partido.

Decía George Bernard Shaw: “La Democracia es el sistema político que garantiza que no seamos mejor gobernados de lo que nos merecemos”. Quizá en nuestra España de Raúl y Belén Esteban no merezcamos demasiado, pero, ¿es esto lo máximo a lo que podemos aspirar?

P.D.: Gracias a nuestra colaboradora Hel por darme a conocer la campaña "Cthulhu Presidente", uno de cuyos carteles podéis ver aquí arriba.

lunes, 18 de febrero de 2008

Parchís vuelve a la acción

Las trompetas del Apocalipsis están sonando. Tino, Yolanda, Gemma, David y Frank, los componentes del grupo Parchís, anunciaron en el programa “Muevete” de la televisión mexicana Televis, que tienen la necesidad de cerrar un ciclo que no concluyó, por lo que, después de 17 años, pretenden despedirse de sus fans con un concierto en el que interpretarían los temas que los hicieron famosos en los años ochenta.

“¿Qué es eso de Parchís?”, se preguntarán algunos de nuestros lectores. Pocos, pues, no nos engañemos, este blog lo leen principalmente nuestros amiguetes, gente que, en su mayor parte, ya está cómodamente instalada en la treintena. Habéis de saber, jóvenes padawans, que los ochenta no eran ese remanso de placidez y creatividad que ahora está tan de moda elogiar por la tele, sino, más bien, un “Carrefur” de la sordidez y la horterada. Llevar calentadores por encima de los vaqueros se puso de moda en los ochenta, los pantalones pesqueros eran lo máximo en los ochenta… Los grupos infantiles de música solo podían alcanzar su máximo esplendor en los ochenta. Parchís fue uno de estos grupos musicales; el que más éxito tuvo, probablemente. Nace en 1979 con un disco en el que sobre todo fusilan éxitos de grupos extranjeros traducidos al español. Así, “In the Navy”, icono “guey” donde los haya, se convirtió en “En la Marina”, “Too much Heaven”, de los Bee Gees, en “Demasiado Cielo”. Aquí tenéis a nuestros cinco púberes con el mayor éxito de los Village People:



Ante el éxito se lanzan a un frenesí de grabaciones: la sintonía de la serie de televisión “La Batalla de los Planetas” (obsérvese su sospechoso parecido con “La Guerra de las Galaxias”), que vendieron por dos veces en dos discos casi clónicos: “Comando G” y el homónimo “La Batalla de los Planetas”, la de “Érase una vez la vida”, tres discos de villancicos, una versión del himno del Mundial 82, que había interpretado Plácido Domingo (para su eterna vergüenza), una versión en inglés, dirigida al mercado americano, de su canción “Querido Walt Disney”. En 1982 llegaron a editar cinco discos, entre ellos su mayor “ésito”: “Cumpleaños feliz”. A continuación podéis ver y escuchar la mencionada sintonía de “La batalla de los planetas”, canción elegida con el criterio de en cual salían con unos trajes más ridículos, tras un arduo proceso de “selezión”:



Era tanta su popularidad que incluso rodaron varias películas (como los Beatles) entre España y Argentina: “La Guerra de los Niños”, “La Segunda Guerra de los Niños”, “Parchís contra el Hombre Invisible”… Películas todas de inteligentes guiones y esmerada “faztura” como podréis apreciar en este fragmento de “Parchís en acción”, también conocida con el original nombre de “La Cuarta Guerra de los Niños”:



El ochenta y tres marcó el cenit en la fulgurante carrera de Parchís: Su líder, Tino, la ficha roja, abandona el grupo para iniciar su carrera en solitario con un álbum que parece, a juzgar por la portada, todo un canto al homoerotismo adolescente:


Desde allí, caída en barrena. Los discos de Parchís ya no se venden como antes y la discográfica empieza a lanzar recopilaciones decidida a exprimir hasta los tuétanos la gallina de los huevos de oro. El abandono de David en 1985 pone el último clavo en el ataud de Parchís. Ese año lanzan su último disco original y se desvanecen en el limbo de los grupos que una vez fueron número uno Dios sabrá por qué.

Hasta ahora.

¿Volverán los Parchís para acabar lo que dejaron inconcluso? ¿Serán ciertas las profecías de San Tillana del Mar que decían que el retorno de Parchís sería la primera de las plagas que anunciarían el Apocalipsis? ¿Jugará el Atleti este año la Champions?

Las respuestas a estas y otras preguntas que, sin duda, os estáis haciendo en este momento, muy pronto aquí, en Gatos en Carnaval.

Para que vayáis viendo lo que nos espera aquí os dejo una página de un admirador de Parchís: Web española no oficial de Parchís.

¡Ja, ja, ja, ja! (risa maníaca). ¡El fin está cerca!

miércoles, 13 de febrero de 2008

Los crímenes de “Ósfor”

- Hola, hola. Soy Alex de la Iglesia.
- Hola, hola. Soy un “productó”.
- Buenos días, señor “productó”, tengo aquí un guión “mu’ bonico” para una serie…
- Déjate de series, chaval. El público lo que quiere son “pilículas”, así que trae “p’acá” ese guión y “vamo a’cé” una “pilícula” con él.
- Pero… pero… pero, ¿cómo “vamo a’cé” eso, señor “productó”, si una serie es mucho más larga que una “pilícula”?
- “Fásil”. “Cortamo” una escena aquí, otra aquí, quitamos esas tres páginas que se me cayeron al suelo y no me apetece recoger…
- Pero… pero… pero, ¿qué pasa entonces con la continuidad del guión, con las relaciones entre los personajes…?
Pues un desastre, que va a pasar. Que “Los crímenes de Oxford” parecen en muchos momentos una colección de escenas sueltas montadas a toda prisa. Esa sensación de continuidad que tienes en las buenas películas (y en algunas malas también) en la que el guión te conduce suavemente por la trama no la tienes en “Los crímenes de Oxford”. Hubo momentos en los que me parecía que me había despistado y me había perdido alguna escena. En cuanto a las relaciones entre los personajes, las apresuran tanto que las han dejado a un nivel de peli porno:
- Hola, soy Frodo.
- Hola, Frodo. ¡Que ojos más grandes tienes!
- Son “pa’” ver mejor tus tetorras.
- Que cosas más “bonicas” me dices, Frodo. “Vamo a follá”.
(Zaca, zaca, zaca)
- Esto lo harás también con los matemáticos viejunos con la cara como un mapa, ¿eh, guarra?
- Síiiii, Frodo, sigue llamándome guarra, que me “escita”.

La verdad es que hay escenas y personajes, como el del amigo enfermo del profesor o el compañero de despacho del protagonista, en el más puro estilo Alex de la Iglesia, que están bastante bien. El problema que tienen estas escenas, estos personajes, es que aportan poco o nada a la trama.

Luego está la parte cultureta del “flim”. Otro patinazo: Escribir un guión (o un libro, la película al parecer adapta un libro) con múltiples referencias a un filósofo tan complejo como Wittgenstein y en el que los protagonistas son matemáticos no está al alcance de cualquiera. Desde luego no al alcance del que escribiera los diálogos entre los matemáticos, que se lanzan mutuamente teoremas sacados del temario de 3º de E.S.O. (ni siquiera de 1º de B.U.P.) como si fueran los papeles perdidos de Turing. Sobre la parte filosófica me considero incapaz de escribir, espero que Dorami haga algún comentario para ilustrarnos sobre el tema.

Con estos mimbres, muy buenos tendrían que ser los actores para arreglar el desaguisado. No es el caso: el ojiplático Frodo Bolsón se pasa toda la película con cara de asombro, o de susto, o de tonto (a elegir, porque las tres son exactamente iguales). John Hurt (que estropeadito está este hombre) oscila entre la expresión de “yo lo sé todo gracias a mi dominio de la psicohistoria, joven padawan” y la de idiota, a juego con su compañero de reparto. Al menos los que pertenecemos al sector masculino del público podemos disfrutar con la anatomía de la señorita Watling. El sector femenino, en cambio, lo tiene crudo: Frodo es un “mostruito”, con unos ojos del tamaño de platos de postre, que le tapan toda la cara, bigotillo de imberbe y barriguita de rorro.

En fin, una lástima, porque la idea del argumento es buena y el final es interesante, algo poco común en los tiempos que corren. Y la ambientación, por otra parte, es excelente.

- Jodé, tío. Podría haber sido mi mejor obra y se va a quedar en una película mediocre. Probablemente sea la peor que he hecho (sin contar “Muertos de risa”, claro).
Tienes más razón que un santo, Alex.

viernes, 8 de febrero de 2008

Caducada, indocumentada, cabreada...

Hace varios días que tengo mi Documento Nacional de Identidad caducado. Eso no es noticia, no debo ser la única, y ahora entiendo la razón. Aprovechando que no tenía que trabajar en la mal llamada “semana blanca” (son sólo dos días: lunes y martes y, además, no es blanca porque nunca nieva), decidí pasarme la mañana del lunes 4 de febrero por la oficina de la Policía Nacional de Toledo donde se hacen los trámites del DNI (renovación, sustracción...) y del pasaporte. Por supuesto, antes de nada me hice las fotos para tal menester. Tengo que decir que salgo monísima, lo que es comprensible pues, inocente de mí, no tenía ni idea de lo que me esperaba y era una persona feliz, reluciente, convencida de que, como dice la canción, “hoy puede ser un gran día...” Bueno, hecho este trámite previo, sorteo el intenso tráfico de Toledo y llego a la oficina en cuestión. Dos policías (muy parecidos ambos a Barrilete el de Verano Azul) me recibieron con sorna y cachondeo:
-“¡Qué vienes a renovar el DNI!”.
-“Sí señor agente –le respondí a uno de ellos muy educada, yo-”
-“Ya, ¿y tienes número, bonita?”
-“No, ¿dónde lo puedo conseguir?”
(susurros, risas y cachondeo)
-“Pues hoy es imposible. Empezamos a darlos a las siete de la mañana, pero ya hay gente haciendo cola a las cuatro, con su mantica y todo”
(Yo, que no cabía en mí de asombro, empecé a pensar en el frío que hace en Toledo a esas horas, en lo bien que se está en la cama, en la funda nórdica...)
-“¿Quiere usted decirme que tengo que venir a esas horas, en las que todavía no están puestas las calles, para conseguir el número, para poder renovar mi DNI, para poder dejar de estar caducada...?”
-“Sí, contesto Telerriba –ahora ya había dejado de ser Barrilete en mi cabeza- con cierta sorna, y ni siquiera viniendo a esa hora podemos asegurarte de que pilles número...”

Me volví para mi casa como había salido: indocumentada y caducada. Bueno no, ahora también cabreada, pero muy digna, eso sí. Y también muy contenta de lo monísima que he salido en las fotos.

PD.: Por cierto, después de un día de reflexión se me ha ocurrido la siguiente solución: podría quedar con vosotros, nuestros blogistas-lectores, para hacer botellón un domingo que nos venga bien en la cola de la oficina de la Policía Nacional de Toledo (ya, ya sé que estamos hablando de hacer botellón ante la autoridad, pero como están tan entretenidos con eso de repartir números, seguro que no se enteran). Yo creo que es una idea estupenda: nos conocemos, nos echamos unas risas y, por si eso fuera poco, Dorami puede a ser una ciudadana actualizada, documentada y con un DNI de esos nuevos que se quedaría aún más reluciente con mi foto, porque no sé si he dicho que salgo monísima.

lunes, 4 de febrero de 2008

Roma y los informáticos

"Avete, amici!" ¡Ops! Lo siento, esto de tanto estudiar me está afectando un poco. Hace dos semanas tuve el examen de Historia Antigua de España, Hispania romana pura, y el miércoles tengo el de Latín. Luego el viernes me toca Geografía de España, pero en ese me parece que me van a dar la del pulpo.

Además estoy releyendo la serie de novelas de Colleen McCullough sobre Roma. Esta serie abarca los sucesos que llevaron a las sucesivas guerras civiles en la antigua Roma y, a partir de ellas, a la caída de la República y al nacimiento del Imperio. Para ser novela es muy ajustada al conocimiento histórico actual y, al mismo tiempo, resulta muy entretenida. Las luchas en el Senado por ser el primer hombre de Roma resultan apasionantes. Los personajes también están muy conseguidos, sobre todo Mario y Sila: humanos y, al mismo tiempo, grandiosos en su gloria y su infamia. El único personaje que me desagradó un poco fue el de Julio César que parece casi inhumano en su perfección.

Por si fuera poco, Dorami y yo estamos viendo la serie Roma. Se aparta un poco de los hechos históricos pero está muy bien hecha y es bastante entretenida. Está ambientada en la época de la guerra civil entre César y Pompeyo, siguiendo los pasos de dos soldados de las legiones del primero. Aquí os dejo un vídeo con el principio del primer capítulo en el que se ve al ejército romano como la irresistible máquina de guerra que era en realidad y no como la turba de “ninjas” enloquecidos que aparecía en Gladiator.



Por si os interesa esa época histórica aquí os dejo una página interesante: Las legiones de Julio César (no os perdáis la sección sobre los correos más alucinantes que le han llegado).

Como tanto bombardeo sobre Roma debió hacer temer a Dorami que, en caso de tener una discusión, la arrojase a los leones, me dijo que teníamos que alternar la serie de Roma con alguna otra. La elegida fue IT Crowd, traducida en España como Los informáticos, la mejor serie de humor que he visto en (muchísimos) años. Los protagonistas son los dos informáticos de una gran empresa británica, una pareja de frikis técnicamente muy competentes pero negados para las relaciones humanas, y su jefa, una mentirosa compulsiva que no tiene ni idea de informática. La clave de la serie es, en mi opinión, que no se limita a los típicos chistes de informáticos, sino que es una serie sobre personas, descubriendo sus debilidades, manías, estupideces… desde la perspectiva de esos dos seres asociales. Aquí os dejo un adelanto:



El resto de la serie podéis verla en CineTube (enlace cortesía de Meteorismo Galáctico).

"Id videte! Hoc vos iubeo!"