domingo, 20 de diciembre de 2009

La Ley de Refuerzo de las Actitudes Positivas durante las Fiestas de Invierno

Cuando oigo que los ministros y los diputados son unos vagos, unos mamandurrias y no hacen nada útil para la Sociedad me hierve la sangre. Por ejemplo, actualmente se está debatiendo en el Congreso el Proyecto de Ley de Refuerzo de las Actitudes Positivas durante las Fiestas de Invierno, presentado por el Ministerio de Igualdad. Entre otras medidas, ampliamente reclamadas por la ciudadanía, está la revisión desde criterios paritarios y, sobre todo, progresistas de una figura muy representativa de estas Fiestas de Invierno (conocidas como Navidad durante la Dictadura franquista). Me estoy refiriendo, naturalmente, a Papá Noel. ¿Qué es eso de que los regalos siempre los traiga un hombre? Y un hombre cuya seña de identidad es, para colmo, una gran barba patriarcal.


Ante tamaño despropósito, expertos pertenecientes a una consultora externa contratada por el Ministerio han propuesto la creación de un nuevo personaje que sirva como contrapunto feminista a Papá Noel: Mamá Noela.


Desde aquí quiero felicitar al Ministerio de Igualdad por tan feliz iniciativa que estamos seguros que va a hacer las delicias de padres e hijos.

¡VIVA LA MINISTRA DE “IGUALDÁ”!
¡VIVA MAMÁ NOELA!
¡VIVA RODOLFO, EL RENO CON LA NARIZ ROJA!

P.D.: Una iniciativa similar está siendo estudiada para los Reyes Magos de Oriente, pero está sufriendo cierto retraso debido a que se quieren recoger en ese caso una amplia representación de sensibilidades. De momento, además de la correspondiente paridad de género y número se incluirán Reyes Magos de Occidente, que representen a los habitantes de los pueblos hermanos de Latinoamérica. Habrá también presidentes de la república magos e, incluso, un lehendakari mago. Esto último ha sido pactado con el PNV por su apoyo a los presupuestos del año próximo. Total, que el portal de Belén va camino de parecer la romería del Rocío.

P.P.D.: Aprovechando este navideño artículo, queremos felicitaros a todos la Navidad y os deseamos un feliz año 2010.

viernes, 11 de diciembre de 2009

El baile de la Victoria y Planet 51: una semana de cine

Como comentaba en un artículo anterior hace un par de fines de semana llegaron a los cines varias películas que han llamado nuestra atención: El baile de la Victoria, Planet 51 y Buscando a Eric. Las dos primeras, que da la casualidad de que son españolas, fueron nuestras elegidas para ir al cine la semana pasada.

El baile de la Victoria es una novela de Antonio Skármeta que Dorami y yo leímos en la biblioteca cuando nos conocimos. Nos gustó bastante (a ella más que a mí) y es muy recomendable.

En cuanto a su adaptación cinematográfica, Dorami, que la releyó hace poco, dice que se han quitado bastantes cosas y se han añadido otras que tampoco tienen demasiada razón de ser. Yo no recuerdo el libro bien, lo leí hará unos cinco años, así que pienso que no me ha condicionado demasiado en la apreciación de la película. Sí que me acuerdo de que me pareció una especie de cuento con su príncipe, su princesa, su mago bondadoso que ayuda a los protagonistas, sus villanos, malvados pero torpes… pero trasladado a Chile tras el final de la dictadura de Pinochet. A pesar del aire fantástico que impregna la obra, todo en ella resultaba coherente dentro de sus propios parámetros. Eso es lo que echo en falta en la película: se ha prescindido de esa atmósfera fantástica, optando por un tono más realista, pero también de parte de la coherencia interna, de forma que muchos acontecimientos te sorprenden porque suceden sin ninguna razón aparente. No ayuda a esto la importancia que se da a una trama, en mi opinión secundaria, que gira alrededor de los personajes interpretados por Ricardo Darín y Ariadna Gil, en perjuicio de la relación entre los dos supuestos protagonistas y del relato del robo que vertebra la historia. Es el peligro que se corre cuando tienes en papeles secundarios a una estrella (y gran actor) como Ricardo Darín y a la cuñada del director, junto a unos protagonistas desconocidos y bastante menos sólidos ante la cámara. Resumiendo: una película que se deja ver y que se deja olvidar con igual facilidad.

Aquí tenéis la página web y el trailer para ampliar información:


Planet 51 venía precedida de muy malas críticas en Estados Unidos y de encendidos elogios por parte de Kike, de Poder Friki. Ni tanto ni tan calvo. Estamos ante una película de dibujos animados muy bien hecha, técnicamente brillante, al nivel de cualquier producción americana. Quizá es eso lo que ha jodido allí, que se ha demostrado que con suficiente pasta una pandilla de europeos desconocidos pueden medirse de igual a igual con la industria norteamericana del espectáculo. Especialmente destacable el espléndido trabajo el de la caracterización de los personajes, muy expresivos y cada uno con una imagen propia. En cuanto a la película en sí, en principio parte de una idea curiosa, la llegada de un astronauta humano a un mundo habitado por unos extraterrestres que viven en una parodia de la sociedad americana de los años 50, con sus barbacoas en el jardín, su banda sonora de rock and roll, sus películas de alienígenas invasores… Desde allí circula por un camino perfectamente previsible, que busca la complicidad del espectador con homenajes a películas famosas, pero que tiene golpes graciosos y, en general, resulta entretenida. Una película que da lo que promete: un rato agradable, un divertimento sin complicaciones.

Por último os dejo su página web y el trailer:

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Tirar la piedra y esconder la mano…

El pasado martes, el tinerfeño Diego Pastrana fue detenido y acusado de un delito de maltrato y otro de abuso sexual contra la hija de tres años de su novia. Dos días después, la niña moría en el hospital como consecuencia de las palizas recibidas. Los medios de comunicación informaron con todo lujo de detalles de los traumatismos por golpes que presentaba la pobre niña, de las quemaduras con cigarrillos, de las vejaciones a que se había visto sometida…

El sábado Diego Pastrana es puesto en libertad sin cargos. ¿Qué ha sucedido en esos cuatro días?

Pues lo normal en estos casos. La niña fue sometida a un nuevo análisis y el forense concluyó que las supuestas quemaduras no eran tales, sino que es probable que se debieran a una reacción alérgica, y que no existían lesiones a nivel genital ni anal que permitieran sospechar la existencia de agresión sexual. La muerte de la niña fue debida a un edema producido por una caída accidental de un columpio, una semana antes.

Mientras Diego permanecía en prisión acusado de violar y asesinar a su hijastra, una niña con la que convivía y a la que es posible que quisiese, era linchado a conciencia por los medios de comunicación, que no se recataban a la calificarlo de asesino en las portadas:


Diego ha salido en libertad, pero su calvario no ha terminado. Algunos de sus vecinos siguen considerándolo un asesino y un violador: “Cuando lo han dicho en la tele, por algo sería. Ya se sabe que la Justicia es un cachondeo”.

Mientras tanto, algunos medios de comunicación actúan siguiendo las sabias directrices de los Siniestro Total: “Tirar la piedra y esconder la mano, no lo hacemos nunca si no está justificado”. Los de Antena 3, en su telediario de mediodía, lanzaban una surrealista encuesta acerca de si había que reforzar la presunción de inocencia. ¡No! No hace falta reforzar la presunción de inocencia, lo que hace falta es respetarla. La Justicia, al menos en este caso, ha funcionado. Los que han fallado han sido las televisiones, los periódicos, las radios… que han crucificado a conciencia a un hombre inocente.

Y este no es un caso aislado. En el reciente juicio por el asesinato del alcalde de Fago, los medios no se han recatado a la hora de asegurar que el acusado miente, que incurre en contradicciones… ¿Qué sucedería en el caso en que Santiago Mainar fuese declarado inocente? Sacaríamos en conclusión que la Justicia no nos protege y ha dejado libre a un asesino sin escrúpulos, cuando, quizá, Mainar no sea un criminal, sino únicamente un gilipollas con delirios de grandeza. Y los delincuentes no estén en el banquillo sino al otro lado de las cámaras, destrozando vidas por unas décimas en las audiencias.

P.D.: A ver si en esta semana, antes de que nos vayamos a Sevilla el sábado, cuelgo también la crítica del Baile de la Victoria. De momento, os puedo adelantar que me pareció regularcilla.