martes, 30 de diciembre de 2008

Sin City 2

Ayer fui a ver Sin City 2, la primera película de Frank Miller como director en solitario. Para su estreno ha optado por una secuela de la película que le dio fama entre el público general. La verdad es que la película no me atraía demasiado, pero todo sea por compartir un rato con mi amigo David, hombre culto, buen conversador, buena persona y tan friqui de la historia militar como yo o más.

En esta secuela volvemos a los decorados y la estética particular, importada del tebeo, que hicieron famosa a Sin City. Sin embargo, en esta ocasión, Miller se ha decantado por una historia original. Y la ha cagado. Miserablemente. Parece mentira que el autor de una obra maestra como “El regreso del Caballero Oscuro” nos pueda sorprender con semejante mierda de guión, una historia simple hasta el encefalograma plano, con momentos cumbre como en el que el protagonista busca a su antagonista femenina con una fotocopia de su culo, que acaba identificando el portero enano de un hotel (verídico). Los personajes son planos, el protagonista es una mezcla de macarra de discoteca, putching-ball y desviado sexual que, prácticamente, se la “machaca” pensando en “su” ciudad (¿qué perversión será esa?, ¿polisfilia?); las actrices son muy decorativas todas ellas pero prácticamente intercambiables; y el malo es un payaso patético, una fallida imitación del Joker, que, ya que no puede llamar nuestra atención por su personalidad, lo intenta a base de un desfile de trapitos, a cual más ridículo. La ambientación es surrealista: aviones de los años treinta se mezclan con helicópteros Apache y armamento que parece salido de un manga futurista, no sabemos si estamos en el presente, en el pasado, en el futuro o en una noche de indigestión del señor Miller por haber comido excesivas “fried beans”. Las escenas de acción son a cual más chorra: vale que estemos en una película, vale que las películas de acción no son realistas, pero entre el realismo y pasarse por el forro las leyes de la Física, la lógica y el buen gusto, hay un término medio. Pero lo que se lleva la palma son los diálogos, que son de vergüenza ajena. Para muestra, esta perla: “Todo es más divertido con un water”, dice el malo encasquetándole al protagonista la taza de un retrete en la cabeza. Caca, culo, pedo, pis.

Sin City 2 es, por tanto, una película que podría compartir cartel en un festival de cine de serie Z con joyas como “Jesucristo cazador de vampiros” o “Kárate a muerte en Torremolinos”, aunque hay que admitir que es claramente inferior a las dos anteriores debido a su absoluta falta de sentido del humor. No hay más patético en cine que una película ridícula que intenta que la tomemos en serio. En resumen, una firme candidata al galardón de peor película del año.

P.D.: Corre el rumor por ahí que Sin City 2 está basada en The Spirit, la genial historieta del aun más genial Will Eisner (de la que hablaba en mi anterior artículo). Una mera coincidencia de nombres. Se parece tanto al tebeo como la otra Spirit, la de dibujos animados sobre un caballo.



P.P.D.: Aprovecho para felicitaros (con retraso) la Navidad y desearos un próspero año 2009. Hoy me marcho a pasar la Nochevieja con mis padres y el día 2 me voy a Asturias a recoger a Dorami, que está pasando estas fiestas con su familia. Después de Reyes estaremos por aquí de nuevo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

The Spirit, de Will Eisner

Recientemente han pasado por España Eva Mendes, Scarlett Johansson y Paz Vega para promocionar la película The Spirit, de inminente estreno. Dicha película continúa la larga lista de adaptaciones que, básicamente, componen la cartelera cinematográfica actual, no sé si debido a la falta de ideas o al miedo a apostar por historias nuevas que puedan triunfar por sí mismas. En este caso se trata de la adaptación de un héroe de historieta, The Spirit.


The Spirit fue publicado en los suplementos dominicales de varios periódicos norteamericanos entre 1940 y 1952. Es obra del guionista y dibujante Will Eisner. Para quien no conozca a este caballero solo decir que Eisner es a la historieta lo que Shakespeare al teatro, no solo un autor fundamental, sino EL autor fundamental. Es el creador del concepto de novela gráfica con su obra Contrato con Dios y además el escritor de la obra más importante sobre la creación historietística, El cómic y el arte secuencial. The Spirit puede parecer, en principio, una obra menor de su autor; un policía aparentemente asesinado que resurge como un luchador enmascarado, rodeado por un plantel de secundarios típicos: la eterna novia, el compañero graciosete, los policías no demasiado avispados, el genio del mal, la mujer fatal… Sin embargo la maestría de Eisner nos ofrece con estos elementos una obra singular. Aun hoy sigue resultando visualmente impactante: sus juegos de luces y sombras casi tenebristas, sus arriesgados encuadres, su dominio de la narración gráfica, esas espléndidas primeras páginas donde el título se funde con el decorado de la viñeta… Pero lo mejor de todo son sus guiones; partiendo del muy sobado género negro lo transmuta en historietas que van desde una vuelta de tuerca a las historias románticas hasta el terror, no siendo todo ello más que un pretexto (aunque un pretexto muy entretenido) para hablar sobre el tema preferido de Eisner: el ser humano, sus sueños, sus esperanzas, sus miedos, sus miserias… En fin, la obra de un maestro que ha elevado un arte habitualmente subvalorado a la altura de los clásicos del Cine o la Literatura.


Veremos que es lo que hace Frank Miller con esta obra maestra en su primer trabajo en solitario como director. Tras su adaptación, excesivamente fiel en mi opinión de Sin City, en la que pareció no darse cuenta de que historieta y cine son dos artes diferentes con dos lenguajes diferenciados, no me espero demasiado, la verdad. Para colmo el trailer tampoco es como para ponerse a tirar cohetes: Spirit se ha convertido en una especie de Batman paseándose por los decorados de Sin City.



¡¡¡Se le ve la cara a Octopus!!! Un villano del que tradicionalmente solo se ven sus manos enfundadas en guantes. Y no en la dramática escena final, no. Continuamente. ¿¿¿Qué leches ha hecho Frank Miller???

Y para colmo... no sale P'Gell.

martes, 16 de diciembre de 2008

De tapas por Toledo

El pasado martes fue la entrega de premios de las Jornadas de la Tapa de Toledo, a las que hice referencia en algún artículo anterior. Tras un duro proceso de investigación y arduas deliberaciones, Dorami y yo nos hemos puesto de acuerdo en conceder los siguientes premios:

Primer premio al Caprichito (Plaza de la Merced, 3, frente a la Diputación) por sus canelones de rabo de toro deshuesado estofado a la antigua. Exquisitos, como todo a lo que nos tienen acostumbrados en este local de reciente apertura pero que ya se ha ganado un lugar de honor en nuestras rutas gastronómicas toledanas: sus raciones de solomillo, de presa ibérica, sus huevos “rompidos”, sus brochetas de chipirones y gambas… Otra oportunidad para probar sus especialidades es en el desayuno, el otro día pasamos por allí a esa hora y Santi, el propietario, me sorprendió con un titánico, a la par que delicioso, pincho de tortilla de patata y calabacín. Dice que pronto va a empezar a dar comidas, así que teniendo en cuenta que me pilla muy cerca de la Consejería va a ser un lugar que tendré muy en cuenta cuando vaya a trabajar por las tardes.

Segundo premio a Santa Brava (Avenida de América, 18) por su milhoja de verduras con espuma de pisto manchego y gelatina de Coca-Cola. Aunque lo de la Coca-Cola es absolutamente prescindible, al estar colocada en un extremo del plato no perjudica para nada al resultado final de esta tapa, que resultó muy sabrosa a pesar de ser vegetariana. Esta cervecería es también un buen lugar donde tapear en el barrio de Santa Teresa y tiene la reputación (cierta, por lo que a nosotros respecta) de ser el bar en el que mejor se tiran las cañas de Toledo.

Tercer premio al 31 (Ronda de Buenavista, 31) por su cabrito asado en su redaño con ajoblanco, miel y vino cencibel. He de admitir que conmigo el que haga asado ya tiene un montón de puntos ganados, pero éste además es que estaba muy rico. Un local que ya destacó en la edición anterior de estas jornadas y que en esta ocasión no queríamos perdernos. Así que junto con nuestros amigos Raquel e Iván estuvimos dando una vuelta por la Buenavista y, dado que es una zona por donde no solemos salir, nos sorprendió gratamente su ambiente. Una posible alternativa al Casco y a Santa Teresa para salir a tomar algo.

Hay que decir que los premios concedidos por el jurado oficial no tienen nada que ver con los que nosotros hemos dado pero, ¿a quién vais a hacer vosotros caso: a esa panda de abrazafarolas o a Dorami y a mí, honra y prez del tragonismo patrio? Pues eso.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Ana Alcaide

El martes pasado estuvimos Dorami y yo en un concierto que dio Ana Alcaide en el Círculo de Arte de Toledo enmarcado dentro del II Festival de las Dos Orillas. Compartía cartel con la cantante marroquí Ilham Loulidi pero a la que íbamos a escuchar casi todos los asistentes es a Ana, que se ha convertido en casi una institución en Toledo. Aunque madrileña de nacimiento, lleva siete años viviendo en esta ciudad y es aquí donde ha desarrollado toda su producción musical. No es raro encontrarla en los alrededores de la Catedral tocando su viola de teclas, un instrumento de origen sueco que ella ha integrado en la música tradicional española. El resultado es espectacular, a las pruebas me remito:



En el Círculo de Arte estuvo arropada, aparte de por Carlos Beceiro, productor y miembro de La Musgaña, por un grupo de extraordinarios músicos que nos ofrecieron un concierto inolvidable en el que Ana nos presentó las canciones de su último disco, al que pertenece la canción de este vídeo musical (grabado, por cierto, íntegramente, en Toledo):



Aquí os dejo, también, por si os interesa, su página web donde encontraréis información sobre sus discos y sus conciertos, así como enlaces a las páginas de MySpace de sus dos discos, donde podéis encontrar alguna canción más.

martes, 9 de diciembre de 2008

Nunca llueve a gusto de todos

Después de que el puente de la Constitución haya estado bastante pasado por agua, hoy martes sigue lloviendo en prácticamente todo el país. Acabo de dar una clase de filosofía en uno de los tres pabellones que conforman mi Instituto. En el aula había, al menos que yo haya visualizado, tres goteras. Eso sin contar las que me encontré en el hall. Pero lo peor no es eso (en peores situaciones he dado y he recibido clase), sino la actitud de los chicos. Durante los más o menos cincuenta minutos que ha durado la clase, en ningún momento tuve que recurrir a las típicas expresiones: ¡callaros! ¡eso, muy bien, seguid hablando, que esto va a entrar en el examen…! Estaban agilipollados, indiferentes, parsimoniosos… Al final de la clase les puse a prueba y les dije que iba a entrar un tema más para el examen del viernes, y solamente uno, que curiosamente es del norte, soltó la voz de alarma.

De vuelta a mi despacho, me encontré con cuatro compañeros y todos me hicieron el mismo comentario: ¡qué rollo de tiempo! Y el gruñón de turno: ¡por si no tuviera bastante con los libros, el macuto y las diapositivas, tengo que llevarme también un paraguas!

¡Pero bueno, toledanos! ¿Qué problemas tenéis con la lluvia que os cambia de esa manera el carácter? No sé, supongo que será una cuestión endogámica, pero, en general, a la gente del Norte nos encanta que llueva. Si por mí fuera, se convertiría en hilo musical permanente el sonido de las gotas en los cristales. Y las calles mojadas: esos charcos en los que metes los zapatos y te salpicas. Y lo que ya es la bomba es cuando hay alguna baldosa suelta y al pisarla te sube el agua fresquita por toda la pierna.

Eso sí, si la lluvia te coge en un Madrid saturado de gente que te da un paraguazo tras otros, si te salen goteras en la habitación, si te vas a casar de blanco y en el campo, si te estropea la cosecha de fabas, si olvidaste recoger la colada ya seca…, entonces, “ye un rollo”. Si ya se sabe: “nunca llueve a gusto de todos”.