martes, 30 de diciembre de 2008

Sin City 2

Ayer fui a ver Sin City 2, la primera película de Frank Miller como director en solitario. Para su estreno ha optado por una secuela de la película que le dio fama entre el público general. La verdad es que la película no me atraía demasiado, pero todo sea por compartir un rato con mi amigo David, hombre culto, buen conversador, buena persona y tan friqui de la historia militar como yo o más.

En esta secuela volvemos a los decorados y la estética particular, importada del tebeo, que hicieron famosa a Sin City. Sin embargo, en esta ocasión, Miller se ha decantado por una historia original. Y la ha cagado. Miserablemente. Parece mentira que el autor de una obra maestra como “El regreso del Caballero Oscuro” nos pueda sorprender con semejante mierda de guión, una historia simple hasta el encefalograma plano, con momentos cumbre como en el que el protagonista busca a su antagonista femenina con una fotocopia de su culo, que acaba identificando el portero enano de un hotel (verídico). Los personajes son planos, el protagonista es una mezcla de macarra de discoteca, putching-ball y desviado sexual que, prácticamente, se la “machaca” pensando en “su” ciudad (¿qué perversión será esa?, ¿polisfilia?); las actrices son muy decorativas todas ellas pero prácticamente intercambiables; y el malo es un payaso patético, una fallida imitación del Joker, que, ya que no puede llamar nuestra atención por su personalidad, lo intenta a base de un desfile de trapitos, a cual más ridículo. La ambientación es surrealista: aviones de los años treinta se mezclan con helicópteros Apache y armamento que parece salido de un manga futurista, no sabemos si estamos en el presente, en el pasado, en el futuro o en una noche de indigestión del señor Miller por haber comido excesivas “fried beans”. Las escenas de acción son a cual más chorra: vale que estemos en una película, vale que las películas de acción no son realistas, pero entre el realismo y pasarse por el forro las leyes de la Física, la lógica y el buen gusto, hay un término medio. Pero lo que se lleva la palma son los diálogos, que son de vergüenza ajena. Para muestra, esta perla: “Todo es más divertido con un water”, dice el malo encasquetándole al protagonista la taza de un retrete en la cabeza. Caca, culo, pedo, pis.

Sin City 2 es, por tanto, una película que podría compartir cartel en un festival de cine de serie Z con joyas como “Jesucristo cazador de vampiros” o “Kárate a muerte en Torremolinos”, aunque hay que admitir que es claramente inferior a las dos anteriores debido a su absoluta falta de sentido del humor. No hay más patético en cine que una película ridícula que intenta que la tomemos en serio. En resumen, una firme candidata al galardón de peor película del año.

P.D.: Corre el rumor por ahí que Sin City 2 está basada en The Spirit, la genial historieta del aun más genial Will Eisner (de la que hablaba en mi anterior artículo). Una mera coincidencia de nombres. Se parece tanto al tebeo como la otra Spirit, la de dibujos animados sobre un caballo.



P.P.D.: Aprovecho para felicitaros (con retraso) la Navidad y desearos un próspero año 2009. Hoy me marcho a pasar la Nochevieja con mis padres y el día 2 me voy a Asturias a recoger a Dorami, que está pasando estas fiestas con su familia. Después de Reyes estaremos por aquí de nuevo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

The Spirit, de Will Eisner

Recientemente han pasado por España Eva Mendes, Scarlett Johansson y Paz Vega para promocionar la película The Spirit, de inminente estreno. Dicha película continúa la larga lista de adaptaciones que, básicamente, componen la cartelera cinematográfica actual, no sé si debido a la falta de ideas o al miedo a apostar por historias nuevas que puedan triunfar por sí mismas. En este caso se trata de la adaptación de un héroe de historieta, The Spirit.


The Spirit fue publicado en los suplementos dominicales de varios periódicos norteamericanos entre 1940 y 1952. Es obra del guionista y dibujante Will Eisner. Para quien no conozca a este caballero solo decir que Eisner es a la historieta lo que Shakespeare al teatro, no solo un autor fundamental, sino EL autor fundamental. Es el creador del concepto de novela gráfica con su obra Contrato con Dios y además el escritor de la obra más importante sobre la creación historietística, El cómic y el arte secuencial. The Spirit puede parecer, en principio, una obra menor de su autor; un policía aparentemente asesinado que resurge como un luchador enmascarado, rodeado por un plantel de secundarios típicos: la eterna novia, el compañero graciosete, los policías no demasiado avispados, el genio del mal, la mujer fatal… Sin embargo la maestría de Eisner nos ofrece con estos elementos una obra singular. Aun hoy sigue resultando visualmente impactante: sus juegos de luces y sombras casi tenebristas, sus arriesgados encuadres, su dominio de la narración gráfica, esas espléndidas primeras páginas donde el título se funde con el decorado de la viñeta… Pero lo mejor de todo son sus guiones; partiendo del muy sobado género negro lo transmuta en historietas que van desde una vuelta de tuerca a las historias románticas hasta el terror, no siendo todo ello más que un pretexto (aunque un pretexto muy entretenido) para hablar sobre el tema preferido de Eisner: el ser humano, sus sueños, sus esperanzas, sus miedos, sus miserias… En fin, la obra de un maestro que ha elevado un arte habitualmente subvalorado a la altura de los clásicos del Cine o la Literatura.


Veremos que es lo que hace Frank Miller con esta obra maestra en su primer trabajo en solitario como director. Tras su adaptación, excesivamente fiel en mi opinión de Sin City, en la que pareció no darse cuenta de que historieta y cine son dos artes diferentes con dos lenguajes diferenciados, no me espero demasiado, la verdad. Para colmo el trailer tampoco es como para ponerse a tirar cohetes: Spirit se ha convertido en una especie de Batman paseándose por los decorados de Sin City.



¡¡¡Se le ve la cara a Octopus!!! Un villano del que tradicionalmente solo se ven sus manos enfundadas en guantes. Y no en la dramática escena final, no. Continuamente. ¿¿¿Qué leches ha hecho Frank Miller???

Y para colmo... no sale P'Gell.

martes, 16 de diciembre de 2008

De tapas por Toledo

El pasado martes fue la entrega de premios de las Jornadas de la Tapa de Toledo, a las que hice referencia en algún artículo anterior. Tras un duro proceso de investigación y arduas deliberaciones, Dorami y yo nos hemos puesto de acuerdo en conceder los siguientes premios:

Primer premio al Caprichito (Plaza de la Merced, 3, frente a la Diputación) por sus canelones de rabo de toro deshuesado estofado a la antigua. Exquisitos, como todo a lo que nos tienen acostumbrados en este local de reciente apertura pero que ya se ha ganado un lugar de honor en nuestras rutas gastronómicas toledanas: sus raciones de solomillo, de presa ibérica, sus huevos “rompidos”, sus brochetas de chipirones y gambas… Otra oportunidad para probar sus especialidades es en el desayuno, el otro día pasamos por allí a esa hora y Santi, el propietario, me sorprendió con un titánico, a la par que delicioso, pincho de tortilla de patata y calabacín. Dice que pronto va a empezar a dar comidas, así que teniendo en cuenta que me pilla muy cerca de la Consejería va a ser un lugar que tendré muy en cuenta cuando vaya a trabajar por las tardes.

Segundo premio a Santa Brava (Avenida de América, 18) por su milhoja de verduras con espuma de pisto manchego y gelatina de Coca-Cola. Aunque lo de la Coca-Cola es absolutamente prescindible, al estar colocada en un extremo del plato no perjudica para nada al resultado final de esta tapa, que resultó muy sabrosa a pesar de ser vegetariana. Esta cervecería es también un buen lugar donde tapear en el barrio de Santa Teresa y tiene la reputación (cierta, por lo que a nosotros respecta) de ser el bar en el que mejor se tiran las cañas de Toledo.

Tercer premio al 31 (Ronda de Buenavista, 31) por su cabrito asado en su redaño con ajoblanco, miel y vino cencibel. He de admitir que conmigo el que haga asado ya tiene un montón de puntos ganados, pero éste además es que estaba muy rico. Un local que ya destacó en la edición anterior de estas jornadas y que en esta ocasión no queríamos perdernos. Así que junto con nuestros amigos Raquel e Iván estuvimos dando una vuelta por la Buenavista y, dado que es una zona por donde no solemos salir, nos sorprendió gratamente su ambiente. Una posible alternativa al Casco y a Santa Teresa para salir a tomar algo.

Hay que decir que los premios concedidos por el jurado oficial no tienen nada que ver con los que nosotros hemos dado pero, ¿a quién vais a hacer vosotros caso: a esa panda de abrazafarolas o a Dorami y a mí, honra y prez del tragonismo patrio? Pues eso.

sábado, 13 de diciembre de 2008

Ana Alcaide

El martes pasado estuvimos Dorami y yo en un concierto que dio Ana Alcaide en el Círculo de Arte de Toledo enmarcado dentro del II Festival de las Dos Orillas. Compartía cartel con la cantante marroquí Ilham Loulidi pero a la que íbamos a escuchar casi todos los asistentes es a Ana, que se ha convertido en casi una institución en Toledo. Aunque madrileña de nacimiento, lleva siete años viviendo en esta ciudad y es aquí donde ha desarrollado toda su producción musical. No es raro encontrarla en los alrededores de la Catedral tocando su viola de teclas, un instrumento de origen sueco que ella ha integrado en la música tradicional española. El resultado es espectacular, a las pruebas me remito:



En el Círculo de Arte estuvo arropada, aparte de por Carlos Beceiro, productor y miembro de La Musgaña, por un grupo de extraordinarios músicos que nos ofrecieron un concierto inolvidable en el que Ana nos presentó las canciones de su último disco, al que pertenece la canción de este vídeo musical (grabado, por cierto, íntegramente, en Toledo):



Aquí os dejo, también, por si os interesa, su página web donde encontraréis información sobre sus discos y sus conciertos, así como enlaces a las páginas de MySpace de sus dos discos, donde podéis encontrar alguna canción más.

martes, 9 de diciembre de 2008

Nunca llueve a gusto de todos

Después de que el puente de la Constitución haya estado bastante pasado por agua, hoy martes sigue lloviendo en prácticamente todo el país. Acabo de dar una clase de filosofía en uno de los tres pabellones que conforman mi Instituto. En el aula había, al menos que yo haya visualizado, tres goteras. Eso sin contar las que me encontré en el hall. Pero lo peor no es eso (en peores situaciones he dado y he recibido clase), sino la actitud de los chicos. Durante los más o menos cincuenta minutos que ha durado la clase, en ningún momento tuve que recurrir a las típicas expresiones: ¡callaros! ¡eso, muy bien, seguid hablando, que esto va a entrar en el examen…! Estaban agilipollados, indiferentes, parsimoniosos… Al final de la clase les puse a prueba y les dije que iba a entrar un tema más para el examen del viernes, y solamente uno, que curiosamente es del norte, soltó la voz de alarma.

De vuelta a mi despacho, me encontré con cuatro compañeros y todos me hicieron el mismo comentario: ¡qué rollo de tiempo! Y el gruñón de turno: ¡por si no tuviera bastante con los libros, el macuto y las diapositivas, tengo que llevarme también un paraguas!

¡Pero bueno, toledanos! ¿Qué problemas tenéis con la lluvia que os cambia de esa manera el carácter? No sé, supongo que será una cuestión endogámica, pero, en general, a la gente del Norte nos encanta que llueva. Si por mí fuera, se convertiría en hilo musical permanente el sonido de las gotas en los cristales. Y las calles mojadas: esos charcos en los que metes los zapatos y te salpicas. Y lo que ya es la bomba es cuando hay alguna baldosa suelta y al pisarla te sube el agua fresquita por toda la pierna.

Eso sí, si la lluvia te coge en un Madrid saturado de gente que te da un paraguazo tras otros, si te salen goteras en la habitación, si te vas a casar de blanco y en el campo, si te estropea la cosecha de fabas, si olvidaste recoger la colada ya seca…, entonces, “ye un rollo”. Si ya se sabe: “nunca llueve a gusto de todos”.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Sexo, mentiras y textos sagrados

Judá dijo entonces a Onán: “Unete a la viuda de Er, para cumplir con tus deberes de cuñado y asegurar una descendencia a tu hermano”. Pero Onán, sabiendo que la descendencia no le pertenecería, cada vez que se unía con ella, derramaba el semen en la tierra para evitar que hermano tuviera una descendencia. Su manera de proceder desagradó al Señor, que lo hizo morir también a él. Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: “Vive como una viuda en la casa de tu padre, hasta que crezca mi hijo Selá”, porque temía que este corriera la misma suerte que sus hermanos. Por eso Tamar se fue a vivir a la casa de su padre. Mucho tiempo después, murió la esposa de Judá, la hija de Súa. Una vez concluido el duelo, Judá se dirigió hacia Timná en compañía de su amigo Jirá, el adulamita, porque allí esquilaban sus ovejas. Tamar fue informada de que su suegro se dirigía hacia Timná, donde estaban esquilando su rebaño. Y como veía que Selá ya era grande, y sin embargo, no se lo habían dado como esposo, se quitó su ropa de viuda, se cubrió con un velo para no ser reconocida, y se sentó a la entrada de Enaim, sobre el camino a Timná. Como tenía la cara tapada, al verla, Judá pensó que era una prostituta. Entonces se apartó del camino y fue hacia ella para decirle: “Deja que me acueste contigo”, ignorando que se trataba de su nuera. Ella le respondió: “¿Qué me darás por acostarte conmigo?”.”Te enviaré un chivito de mi rebaño”, le aseguró él. “De acuerdo”, continuó ella, “con tal que me dejes algo como prenda hasta que me lo envíes”. Él le preguntó: “¿Qué debo dejarte?”. “Tu sello con su cordón y el bastón que llevas en la mano”, le respondió. Él se los entregó y se acostó con ella, dejándola embarazada.
Génesis 38, 8-18

¡¡¡CÓMO MOLA LA BIBLIA!!! Problemas de herencias, sexo entre familiares, engaños, hijos secretos, ira divina, prostitución… Al lado de esto, La Noria es una mariconada.

P.D.: El cuadro que aparece al principio del artículo es de un tal Emile Vernet, pintor romántico francés, más conocido por sus cuadros de batallas.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Dos tazas de rugby

El otro día estuvimos en un bar celebrando el cumpleaños de una amiga de Dorami. Como no había apenas gente que conociera y, además, soy tirando a asocial, mi atención se vio atraída por las imágenes que aparecían en una de las gigantescas pantallas distribuidas por el local. Se trataba de un partido de rugby, que ya sabéis que me encanta, pero un rugby un tanto peculiar. Parecía tener algo de fútbol americano, en el sentido de que cuando placaban a un jugador los placadores se echaban atrás, se sumaba un placaje a un marcador y el placado ponía inmediatamente el balón en juego empujándolo hacia atrás con el pie (el llamado “tenu”). Más tarde, en casa, mirando en Internet, me enteré de que se trataba de la final de la Superliga europea de un deporte llamado Rugby League, que presenta algunas diferencias con el Rugby Union que es el que se practica en España. Las principales son el “tenu”, que el balón cambia de posesión tras seis “tenus” (de forma similar a lo que ocurre en el fútbol americano) y que las puntuaciones son diferentes, por ejemplo un ensayo vale solamente 4 puntos. A mí me resultó bastante más rápido y espectacular que el rugby que estoy acostumbrado a ver, en parte porque elimina algunas de las fases más estáticas del juego y también porque parece que los equipos buscan más el ensayo y menos el patear a palos que en el Rugby Union europeo. Es muy popular en Australia y el norte de Inglaterra, siendo Argentina el único país de habla hispana donde se practica; allí lo han bautizado como rugby 13. En esta página tenéis un artículo con las principales características de este deporte y a continuación un par de vídeos, uno con las mejores jugadas de la semifinal y la final de la Superliga europea del 2007, que ganaron los Leeds Rhinos, y otro con un final de infarto en un partido de este mismo equipo (atención a la repetición de la jugada):





Otro deporte relacionado con el rugby que he conocido recientemente es el Quad Rugby, un deporte para tetrapléjicos que recoge aspectos del rugby, el hockey y el baloncesto. Inventado en Canadá, fue originariamente llamado Murderball. Este nombrecito, que parece sacado de una película de la saga de “Mad Max”, le pega bastante bien, ya que se juega sobre ruedas (sobre sillas de ruedas, concretamente) y es un juego muy competitivo y físicamente bastante violento. Aquí tenéis un vídeo del partido China-Estados Unidos en las últimas Paralimpiadas:



Hay hasta una película sobre este deporte: “Murderball”, que se centra en la rivalidad entre las selecciones canadiense y estadounidense en los Paralímpicos de Atenas del 2004. Fue candidata al Oscar al mejor documental y Premio Especial del Público del Festival de Sundance. Mientras la localizo y la echo un vistazo, aquí os dejo el trailer y la página de la película para que vayáis abriendo boca:

martes, 11 de noviembre de 2008

Córdoba...lejana y sola

Córdoba.
Lejana y sola.

Jaca negra, luna grande,
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba.

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay qué camino tan largo!
¡Ay mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llegar a Córdoba!

Córdoba.
Lejana y sola.

Está visto que en estos tiempos que corren ya no se respeta a nadie: ni a Federico García Lorca siquiera. Como ya os conté en el anterior artículo, hace un par de fines de semana fuimos a Córdoba. Y de lejana, nada: desde Atocha tardamos solamente una hora y cuarenta minutos en plantarnos en el centro de la antigua capital del Califato de Al-Andalus. Desde allí, en un “tasis”, llegamos en un momento a nuestro alojamiento: el Hotel Plateros, en la Plaza de Séneca. Muy nuevo, muy coquetón y muy bien situado, apenas a 5 minutos paseando de la Mezquita. Y bien de precio, la noche nos salió por 53 €.

Una vez instalados, salimos a dar una vuelta y ¡nueva puñalada al poeta! ¿Sola? Ojalá, aquello era un hervidero de turistas de todas las nacionalidades, parecía una romería. Como era viernes, aprovechamos para visitar el Alcázar de los Reyes Cristianos, que ese día es gratis, en el que lo más destacado son sus jardines. Ese día no pudimos disfrutarlos como se merecerían, porque nos cayó agua a cántaros. De todas formas para visitar la Mezquita-Catedral y Medina Azahara, que son los monumentos fundamentales que hay que ver en Córdoba a mi parecer, gozamos de un tiempo estupendo.

La Mezquita fue construida por Abderramán I cuando se proclamó emir e independizó Al-Ándalus del califato abbasí. Abderramán debió pensar que su capital requería una mezquita como Alá manda (ya basta de utilizar iglesias visigodas reconvertidas) y construye una gran mezquita a imitación de la de Damasco. Posteriormente fue ampliada por otros gobernantes, entre ellos Almanzor, que, para hacerse perdonar que no era más que un dictador militar, se labró una imagen de gran religiosidad a base de construir mezquitas y mandar infieles al otro barrio. El resultado es una maravilla. Todo lo contrario a un estilo como el gótico cristiano (que es mi favorito en lo que a arquitectura religiosa se refiere), pero una maravilla. Donde este estilo nos ofrece un edificio que se remonta hacia el cielo inundado de luz, la Mezquita de Córdoba es como un palmeral de columnas sumergido en la penumbra, un lugar que invita al recogimiento y la meditación. En cuanto a su transformación en catedral, la verdad es que proporciona un pastiche bastante sorprendente. Pero la nave principal y el altar mayor no desmerecerían en ninguna otra catedral y, lo que es más importante, evitó que la arrasaran como pasó con muchas otras mezquitas y con muchas iglesias antes de esto. La visita merece los 8 eurazos que vale, aunque, si sois madrugadores y llegáis antes de las diez, os saldrá gratis.

Medina Azahara la construyó otro Abderramán, el tercero. La leyenda habla de una concubina por cuyo amor el califa construyó una nueva ciudad a las afueras de Córdoba, en las faldas de Sierra Morena. La realidad es más prosaica y más apasionante. Abderramán se proclamó califa, es decir supremo líder religioso (al tiempo que político), para dificultar la penetración en Al-Andalus de las ideas de los fatimíes norteafricanos que propugnaban una visión más igualitaria del Islam. También puso en orden el patio trasero, vamos que arreó candela a base de bien a los cristianos, que últimamente estaban muy envalentonados, y, como culminación de su obra, se dedicó a edificar una capital digna del estado más poderoso de Occidente. Y la verdad es que lo consiguió: lo poco que hay excavado es una maravilla. Es fácil imaginarse la estupefacción de los enviados de los reinos cristianos cuando, después de atravesar la ciudad y los jardines del palacio, llegaban al salón del trono, con sus paredes de piedra completamente labradas con versículos del Corán y dibujos del árbol de la vida: “Poderoso califa, venimos a rogarte ayuda contra los navarros, que son unos cabrones. A cambio te ofrecemos diez villas a la orilla del Duero”. En este caso la visita es gratis, pero si no vais a Córdoba en coche tendréis que coger un autobús cuyos billetes se compran en los puntos de información municipales. Y, aunque vayáis en coche, casi os recomendaría que utilizaseis también el autobús: Abderramán III no pensó en los coches cuando diseñó su ciudad y el aparcamiento se queda muy escaso para tanto visitante.

Otros lugares que también podéis visitar son el Palacio de Viana, el Museo de Julio Romero de Torres, el Museo Provincial de Arte, los Baños del Alcazar Califal… Aunque a Dorami los baños que más le gustaron no fueron los antiguos. El domingo por la noche fuimos a darnos un baño y un masaje relajante a unos modernos baños árabes: primero tienes la piscina de agua templada relajante, luego pasas a una poza caliente y al cabo de un rato a la fría, lo que provoca un cambio de temperatura que dicen que reactiva la circulación. También hay baño turco, pero como Dorami tiene la tensión baja esas cosas no le convienen mucho. Después del baño y del masaje pasamos a cenar al restaurante, donde disfrutamos de una cena muy rica (excelente el tajin de mero) amenizada por un espectáculo de danza del vientre.

Un restaurante donde también comimos muy bien fue El Bandolero, frente a la Mezquita. Aunque el sitio tenía pinta de caro, la verdad es que de menú se come muy requetebién por un precio razonable. Yo me zampé un salmorejo con virutas de jamón ibérico y huevos de codorniz y un rabo de toro (dos de los platos cordobeses más típicos) que estaban para chuparse los dedos. Otra opción es comer de tapas. Para las tapas nos gustaron especialmente dos tabernas: “La Tapa”, en la calle de los Deanes, cerca de la Catedral, y otra en la Plaza de la Corredera haciendo esquina con Rodríguez Marín, donde nos encontramos con Julio Anguita. Vaya el siguiente número musical por don Julio, un cordobés orgulloso de su tierra pero sabedor de que el verdadero hombre de izquierdas es ciudadano del Mundo, no como estos mindundis que rigen ahora los destinos de Izquierda Unida, que son capaces de pactar con los nacionalistas más cavernícolas por unas briznas de poder.



No podía terminar este artículo, que ya se está extendiendo demasiado, sin mencionar la Taberna de la Cruz del Rastro, al final de la calle de San Fernando, y a su propietario, al que apodamos Sandokán, donde pasamos una noche estupenda el viernes, entre buena cerveza, buena música y un enorme plato de potaje que nos puso el “Tigre de Malasia” de tapa.

jueves, 6 de noviembre de 2008

De Caravaggio a Picasso

El pasado fin de semana, aprovechando que el viernes Dorami tenía fiesta en el instituto, hemos ido a Córdoba. Fuimos en el AVE y, para no tener que levantarnos muy temprano el viernes por la mañana, bajamos el jueves por la tarde a Madrid y pasamos la noche en casa de unos tíos suyos que viven cerca de Atocha. Ya que estábamos esa tarde por la Capital, aprovechamos para ver una exposición que mi madre nos había recomendado. Se trata de obras del Museo de la Abadía de Monserrat que están expuestas en la Fundación BBVA, en el Palacio del Marqués de Salamanca, situado en el corazón de la zona de los museos de Madrid, en el Paseo de Recoletos.


Aunque la exposición lleva por título el que encabeza este artículo, “De Caravaggio a Picasso”, lo cierto es que hay obras tanto anteriores al pintor italiano, como algunos capitales románicos del antiguo claustro del monasterio, como posteriores al malagueño. Pero eso sí, las dos obras que son los puntos fuertes de la exposición son el “San Jerónimo Penitente” de Caravaggio que precede estas líneas y una sorprendente obra de juventud de Picasso titulada “Viejo pescador”, que podéis admirar a continuación:


Además de estos dos cuadros, podéis disfrutar también de obras tardogóticas y del primer Renacimiento, caravaggistas, impresionistas y un pequeño repertorio de obras de vanguardia entre las que destaca un Dalí. El núcleo de la exposición, sin embargo, lo constituyen los pintores catalanes de finales del XIX y principios del XX. De entre ellos mi preferido es Ramón Casas, del que os incluyo aquí un par de cuadros que pueden verse en la exposición:



En resumen, una exposición que merece la pena la visita, al competitivo precio de 0 €, tanto para los que vivís en la capital del “Reyno” y alrededores como a los que pasáis por allí. Esta es la página “güeb” de la exposición, donde podéis encontrar toda la información que necesitéis sobre ella. Los que vivimos en Toledo nos dedicaremos, mientras tanto, a la admiración de otro tipo de obras de arte en las próximas “Jornadas de la Tapa”. ¡Ñam, ñam!

lunes, 3 de noviembre de 2008

Cocina contra la crisis: Pulpo a lo pobre

Tras el pasado artículo en que hablamos de los interrogantes que me están surgiendo a causa de la crisis y, ya que nuestros responsables políticos siguen deambulando sin rumbo como pollos sin cabeza y no nos ofrecen medidas contra ella, me he decidido a daros esta receta con la que podéis alimentar a vuestras familias y, al tiempo, ahorraros unos eurillos en estos tiempos de tribulación. Se trata de un plato de pulpo, un exquisito molusco, bajo en colesterol en comparación con el resto del marisco y que aporta buenas dosis de calcio y vitaminas A y B3 a nuestro organismo.

Para la realización de este plato comprad unas salchichas grandes. Las de Lidl, esas gordas, que vienen con el etiquetado en ruso son las mejores. Bueno, entendámonos, son las más baratas, que es de lo que se trata en esta receta. Si sois unos “gurmés” de esos podéis calentar las salchichas un poco en la sartén o en el micro-ondas, si no podéis utilizarlas según las sacáis del paquete. Con un cuchillo cortáis longitudinalmente tres cuartas partes de la salchicha en tiras que formarían los tentáculos. En el cuarto que no habéis hecho tiras podéis dibujar con el cuchillo unos ojitos. Así quedaría el plato:


Podéis acompañar el pulpo con patatas fritas o, hay gente "pa’ to’", con algo de verdura. Y de esta forma tenéis un riquísimo plato de marisco por muy poco dinerito. “Bon apetí”.

domingo, 26 de octubre de 2008

¿Crisis? ¿Qué crisis?

Últimamente cada vez que abro un periódico veo la palabra “crisis” con letras bien gordas. Cuando veo el telediario, este siempre empieza con noticias sobre la crisis. Entro en un bar a desayunar y siempre hay un grupito acodado sobre la barra hablando de la crisis. Tenemos la crisis hasta en la sopa. Ya solo nos falta que la anuncien en las marquesinas de los autobuses, como si fuera una colonia: “Eau de crisis”. Dado que todo lo que yo sé sobre Economía cabe en un librote verde que estudié en 5º de carrera, hace ya más años de los que a mí me gustaría, semejante acumulación de “crisis, crisis, crisis” me ha dejado con un montón de dudas.

¿Crisis? ¿Qué crisis?: Hace algunos años, unos cuantos “inorantes”, al ver subir la vivienda como la espuma, pensábamos: “Esto tiene que pegar el petardazo en algún momento, las constructoras se van aquedar con pisos sin vender a cascoporro y, a ver entonces, cómo van a pagar los créditos que han pedido para construirlos”. Ante estas dudas, los “guruses” de la economía se carcajeaban y decían que no teníamos ni puñetera idea de economía (lo cual, al menos en mi caso, es cierto). También, cuando veíamos subir el Euribor y, con él, las hipotecas, pensamos: “Joder, con el precio al que se están poniendo las hipotecas, la gente no va a poder pagarlas y los bancos se van a encontrar con un montón de impagos”. A lo que los “guruses” económicos respondían: “La gente se morirá de hambre antes que dejar de pagar el piso”. Cuando vimos subir los precios del petróleo y los cereales pensamos que esas subidas se iban a traducir en incrementos de costes para las empresas, con lo que muchas cerrarían y un montón de gente iría al paro, y subidas de precios para los consumidores. Y resulta que los precios subieron, que empezaron las regulaciones de empleo, que las hipotecas están por las nubes y que el parque de viviendas sin vender está engordando más rápido que Terelu Campos. Pero resulta que ahora, cuando el Gobierno POR FIN ha admitido que estamos en crisis, la crisis es financiera. Vamos, que los únicos que tienen problemas son los bancos, pobrecitos. ¿Es qué los demás estamos de puta madre (con perdón)?

Donde dije digo, digo Diego: No, no creo que porque el Gobierno admita que haya crisis, esta se vaya a solucionar. Tampoco creo que sea bueno que un gobierno sea catastrofista. Es posible que una actitud de moderado optimismo ante la fortaleza del sistema sea lo más apropiado. Pero, desde luego, entre el moderado optimismo y la negación de la realidad va un abismo. Negar la crisis durante meses para luego admitirla, decir que el sistema bancario español es el más fuerte del Mundo y ofrecer menores garantías para los depósitos que otros países de nuestro entorno… son comportamientos que hacen dudar entre si estamos en manos de incompetentes o de mentirosos patológicos. ¿Cuál de estas dos características es mejor para un gobernante?

¿Responsabilidad? ¿Ezo qué e’?: En su blog, La Realidad Estupefaciente, Santi Ego comparaba a los banqueros con niños encerrados en una tienda de dulces. El niño, inconsciente de que el sistema digestivo humano tiene un límite, se pega un atracón de dulces y esa noche tiene una indigestión de padre, madre y muy señor mío. Los banqueros, con una inconsciencia casi infantil, se han lanzado a realizar operaciones con grandes beneficios pero muy arriesgadas y, una vez hartos de beneficios de crema y pastel de dividendos, ha llegado un momento en que los riesgos se han materializado y el precio de su inconsciencia ha caído sobre sus cabezas. La única diferencia es que los banqueros, en vez de revolcarse entre dolores a causa de la indigestión, verán como por sus ventanas entran, cual hadas madrinas, los gobiernos occidentales que agitando sus varitas mágicas, fabricadas a base del dinero de los contribuyentes, les curarán la tripita y además les regalarán un bollo. No digo que haya que dejar desplomarse el sistema bancario mundial, pero, ¿van a dejar que los responsables de empujarlo hasta el borde del precipicio se vayan de rositas?

Tirar la piedra y esconder la mano (no lo hacemos nunca si no está justificado): Aun a pesar de que esto de la crisis se ha transformado en los medios de comunicación en algo prácticamente exclusivo de los bancos, yo, que soy un cabezota y un “inorante”, sigo emperrado en que hay más gente en problemas a causa de la crisis. En eso coincido con el PP: sería bueno tomar medidas para que las pequeñas empresas y los ciudadanos de a pie podamos capear mejor el temporal. Claro, que me gustaría saber en que consisten las medidas en las que una y otra vez insiste Rajoy. ¿Les estamos pagando el sueldo, a usted, don Mariano, y a sus numerosos adláteres, para que digan: “Hay que hacer algo pero no sé qué”?

Prietas las filas: El Gobierno que, como todos sabemos, ha mostrado un comportamiento impecable, resuelto, capaz en lo que llevamos de crisis (sí, estoy siendo sarcastico) “esige” a la oposición que se adhiera sin rechistar a lo que él propone. Creo que esta gente confunde la lealtad y la unidad en pos de un objetivo común con la obediencia ciega. Teniendo en cuenta cual ha sido hasta ahora el comportamiento del Gobierno no creo que esté de más que el Parlamento, como representante de los ciudadanos, controle su actuación estrechamente y que, si algún diputado de la oposición, tiene buenas ideas (que lo dudo, pues me parece que el talento no es algo que sobre en el Parlamento) estas sean aprovechadas por el bien del país. El PSOE, en cambio, lo que propone es un mercadeo por el cual: “Tú haces con el presupuesto de los lugares en que gobiernes lo que te salga de los cojones, que yo lo haré en los míos”. Vamos, que están proponiendo un trapicheo apestoso y al que no esté de acuerdo con él solo les ha faltado llamarlo anti-español. ¿Podría ser que en este país todavía queden muchos tics franquistas, y no solo en los escaños de la derecha?

Pues estas son mis dudas sobre la crisis económica. Ya he admitido mi “inorancia”, por lo que agradecería que, si alguno de los lectores de Gatos en Carnaval es ducho en temas económicos, haga el favor de ilustrarme sobre ellas. En caso de que este blog sea poco visitado por economistas y gentes de semejante jaez, le rogaría al señor presidente del Gobierno (que me consta nos sigue fielmente) que me haga llegar los apuntes de aquellas dos tardes que pasó con Jordi Sevilla aprendiendo todo lo que le hacía falta saber sobre Economía.

lunes, 20 de octubre de 2008

¡Está… VIVO! ¡Ja, ja, ja, ja!

Corría el frío invierno del 2004. La pequeña ciudad de provincias hibernaba bajo una gruesa manta de nieve y escarcha. Un joven funcionario, que acababa de obtener una plaza en la Administración, se fue a vivir a la ciudad. Como el funcionario ocupaba tan solo un modesto puesto base, disfrutaba de jornada continua, por lo que pasaba las tardes cultivando cuerpo y mente. Vamos, que me metía unas siestas de pijama y orinal (pues no otro que yo era el joven funcionario y no era otra que Toledo la ciudad de provincias). Algunos días, antes de que el sueño me venciera, oía unos lúgubres aullidos provenientes de alguno de los otros pisos del bloque. Eran unos gritos antinaturales, algo así como: “¡Ggga! ¡Ggga! ¡Ggga!” Al principio no sabía a qué atribuirlos, ya que me parecía que semejantes gemidos no podían salir de garganta humana. Pensé (como estos toledanos son tan raros) que pudiera ser que alguna de las familias que ocupaban los otros pisos sufriese una cruel maldición, por la cual el primogénito nacía como una ser grotesco y bestial, al que mantendrían encerrado bajo siete llaves. Lanzaría esos aullidos cuando alguno de sus hermanos entrase en su habitación para llevarle agua y las sobras con las que lo alimentaban y vaciar el cubo en el que hacía sus necesidades. El monstruo le atacaría cegado por el odio y la sed de sangre que caracterizan a este tipo de criaturas y su hermano menor lo repelería con un aguijón para el ganado que portaría como defensa. Como con esos berridos no había dios que durmiera, me levantaba y me iba al salón o a la otra habitación, que es donde estudio y donde tengo el ordenador.

Un día, estando yo acostado, comenzó de nuevo a aullar el monstruo. Me di la vuelta, fastidiado, y decidí permanecer en la cama para ver si terminaba pronto con sus gritos. Al cabo de un rato me percaté de que, por debajo del sonido de los gemidos, se escuchaba un ñic-ñic que parecía propio de muelles. Momentos después, mientras estaba imaginando a qué podía deberse ese sonido, me dieron un susto que casi me hace saltar el corazón del pecho: Una voz inequívocamente masculina lanzaba unos ¡ah!, ¡ah!, ¡ah! que fácilmente podrían oírse hasta en Madrid. Parecía que el tío, o bien estaba teniendo el orgasmo de su vida o se había pillado el miembro con la puerta. Pues ni una cosa ni la otra, porque a esa tarde siguieron otras muchas, con mi consiguiente hilaridad ante semejante demostración orgásmico-operística. Solo me quedaba una duda: ¿Quién sería el objeto de las atenciones de nuestro Tarzán del sexo, o sea, el citado monstruo? Otro hombre, un camello, un ñandú… Desde luego no parece una mujer, pensaba. Si yo estoy pin-pan con una mujer y empieza a emitir esos sonidos, del miedo que me entra, trinco mi ropa bajo el brazo, salgo corriendo en bolas escalera abajo y no paro hasta Zocodover. Craso error: Una tarde el monstruo se interrumpió un momento en su horrísona cantinela para gemir con voz femenina: "¡Qué gusto! ¡Qué gusto!"

Cuando Dorami y yo empezamos a salir y vino por primera vez a mi casa, se lo conté, para que no la pillase desprevenida y no saliese de allí corriendo, como alma que lleva el Diablo, sumida en el pánico. Luego me confesó que no me había creído, que pensó que era un exagerado, hasta que un día que había venido a comer lo oyó y se horrorizó.

Pero bueno, como a todo se acostumbra uno, al final nos acabamos haciendo al monstruo. Cuando Dorami se vino a vivir conmigo, siempre que los oía me llamaba y los dos nos reíamos juntos, mientras ella murmuraba: “No me lo puedo creer…” Además, la historia del monstruo acabó convirtiéndose en un clásico en las cenas con nuestros amigos.

Hasta este verano.

Este verano, un día caímos en que hacía mucho tiempo que no oíamos al monstruo. Pasaron los días y el monstruo no daba señales de vida. Como en nuestro bloque hay muchos apartamentos alquilados y mucho movimiento de inquilinos, pensamos que tanto ella como su vocilguero “partenaire” se habían trasladado. Una lástima. Ya hasta les habíamos cogido cariño.

El jueves pasado yo estaba tranquilamente estudiando Arte Contemporáneo en la habitación del ordenador cuando, de pronto, Dorami se pone a darme voces desde el salón: “¡Ven, corre!” Eran ellos de nuevo. ¡El monstruo está VIVO y ha vuelto! ¡Ja, ja, ja, ja!

miércoles, 15 de octubre de 2008

Toledo en tinieblas

El pasado fin de semana han estado visitándonos la colaboradora de este blog antes conocida como Marramiau y su Chi-co. Como ya habían venido varias veces en Toledo, realizaron una visita que podría calificarse de panorámico-gastronómica (vamos, que hemos ido a muchos bares y nos hemos dado bastantes paseos). Además ha servido para que conozcan de primera mano como se sentían las gentes del Medievo cuando los elementos se desencadenaban a su alrededor. Imaginaos: Una ciudad medieval, de calles empedradas, estrechas y retorcidas. Orgullosos palacios de piedra junto a casonas que vieron tiempos mejores. El viento sopla huracanado, cae un pináculo del Alcazar, tejas de la Catedral… ¿Está Dios enfadado con la ciudad a causa de aquel desfile profano durante las festividades del último Corpus? ¿O es acaso cosa del Diablo? Los canónigos de la Catedral lo discuten acaloradamente. Entonces, repentinamente, cesa el viento. Todos miran hacia el cielo, expectantes, esperanzados, temerosos… La espera es rota por un fortísimo trueno, como si hubiesen estallado las mismísimas puertas del Infierno. Parece la señal para el comienzo del diluvio. La lluvia es tan espesa que no se ve la casa de enfrente. Las calles se convierten en torrentes. Un grupo de supersticiosos habitantes que se habían reunido alrededor del fuego en una taberna (la “Taberna de Livingstone”, supongo), buscando en la cerveza casera y el aguardiente el valor que la tormenta les había arrebatado, ven como el techo se hunde sobre ellos, derramando una cascada sobre el salón. Las luces se apagan por toda la ciudad. Cuando la lluvia amaina un ápice, un grupo de valientes, o de locos, abandona la seguridad del hogar y se arriesga por las calles en busca de un carruaje que los aleje de esta ciudad fantasmal, prisionera de las tinieblas…

Como Toledo no es siempre así, un pozo de oscuridad y superstición, sino que normalmente es una ciudad preciosa y que merece la pena conocer, voy a recomendaros un par de sitios donde podéis ir si os pasáis por aquí.

En primer lugar una visita cultural: San Juan de los Reyes, erigida por los Reyes Católicos como templo votivo, residencia palaciega real y panteón de su dinastía. Fue edificada en estilo isabelino, como la cartuja de Miraflores y la Capilla Real de Granada, que no es mas que una forma convencional de llamar a la fusión entre el gótico final con elementos mudéjares. Su iglesia es de una sola nave cubierta con bóveda de crucería gótica al estilo alemán. A sus pies está situado el gran coro y sobre el crucero se levanta un cimborrio octogonal sobre trompas, con grandes ventanales que le dan una luminosidad poco habitual. Hay que destacar también el rico claustro de dos pisos, uno de los más importantes de España. La decoración de todo el convento destaca por su riqueza y originalidad. Se utilizan sobre todo motivos decorativos vegetales, epigráficos (herencia del arte musulmán) y heráldicos. Destacan entre ellos el haz de flechas, divisa de Isabel, el yugo con el nudo gordiano, alusión a Fernando, y el lema de este último: “Tanto monta”. Finalmente, debido a que el cabildo de la catedral primada rechazaba que esta iglesia sirviese como lugar de enterramiento para los reyes y a la incomodidad de Toledo, con sus estrechas y enrevesadas calles, sus cuestas y su falta de plazas, la ciudad perdió el aprecio de los monarcas que marcharon a Granada pero, a cambio, nos dejaron la que es considerada iglesia más bonita de Toledo.

En segundo lugar una parada gastronómica: la Terraza de Recaredo. Situada en lo alto de la Cuesta de Recaredo, junto a la Puerta del Cambrón. En verano allí montan una terraza muy “fasion”, donde se reúne el Toledo más “in”. En primavera u otoño puedes picar algo mientras disfrutas de, probablemente, las mejores vistas del Toledo nuevo. Hace poco ha cambiado de dueños y la verdad es que ha mejorado enormemente. Los camareros son amables y medianamente competentes, no como antes. En cuanto a la carta, no es demasiado extensa, pero sí suficiente y muy ecléctica: El tradicional "venao" y el asadillo se codean con el wok de gambas y fideos chinos, todo ello muy rico y a un precio bastante ajustado para lo que es esta ciudad. Una buena elección para compartir una cena a base de picoteo con unos amigos.

viernes, 10 de octubre de 2008

Sigüenza: la ciudad del Doncel

Vamos a hacer un paréntesis entre pilicula y pilicula para contaros nuestro fin de semana pasado en el que disfrutamos mi regalo de cumpleaños, como siempre, viajando. Estuvimos en un pueblo de Guadalajara: Sigüenza. Es un lugar preciso y muy recomendable para un para pasar unos días en los que también se puede visitar alguna pedanía próxima. Llegamos el viernes no demasiado tarde, pues el trayecto desde Toledo es de unas dos horas y algo. El hotel en el que nos alojamos está muy cerca de la Plaza Mayor. Se llama Porta Coeli y es muy recomendable. Cada habitación tiene nombre de algún pueblo del entorno. Nosotros pernoctamos en Molina de Aragón (el pueblo donde se registran las temperaturas más bajas del país), pero con la calefacción a todo meter, enseguida nos olvidados del frío. Tras un paso por la oficina de turismo, nos organizamos las visitas. El sábado por la mañana entramos en la Casa del Doncel que, situada en una plaza frente a la iglesia de San Vicente, es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Se empezó a construir en el siglo XIII aunque de sus primeros cimientos apenas quedan algunos restos en el sótano. Debió ser completamente levantada entre la segunda mitad del siglo XV y principios del XVI. Ha tenido una larga existencia y ha sido morada de un rico mosaico de personajes ilustres: importantes familias como los Vázquez de Arce y Sosa, y los Marqueses de Bedmar, cuyos blasones fueron labrados sobre la fachada del edificio.


El aspecto exterior de la construcción se asemeja a una casa-torre con fachada gótica. De su interior nos llamó la atención la planta baja, donde puede verse una decoración con cenefas y arcos mudéjares.

Aunque teníamos previsto visitar la catedral también el sábado por la mañana, una boda chafó nuestros planes. No fue un gran problema: buscamos un sitio para comer y reponer fuerzas. Escogimos el Asador Sigüenza, donde comimos muy bien, especialmente los segundos: filete de buey, Jajaja y yo me zampé un secreto.

Tras pasar por “Molina de Aragón” a echarnos la siesta, fuimos a la Catedral, donde nos apuntamos a una vistita guiada con un grupo no demasiado numeroso. Lo primero que llama la atención es la mezcla de estilos, lo que responde a dos etapas de su construcción. Una primera románica y una segunda, que se prolonga hasta el siglo XV y corresponde a un gótico. Destacaría el claustro, de estilo gótico tardío con elementos renacentistas y, cómo no, la Capilla del Doncel, que es un verdadero museo de obras de la estatuaria castellana de los siglos XV y XVI. En el interior hay varios enterramientos, destacando en el centro del panteón el mausoleo, de estilo renacimiento, de los padres del Doncel, Fernando de Arce y Catalina de Sosa, sostenido por leones y con efigies yacentes de ambos, la cabeza de ella sobre un cojín, la de él sobre laureles, indicando que murió guerreando. Pero la obra maestra de esta capilla y quizás de la Catedral, es el enterramiento de Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, en gótico flamígero obra de Sebastián de Almonacid; bajo una hornacina en arco de medio punto, se halla el sepulcro con la estatua semiyacente del Doncel recostado, en alabastro.


Paseamos por el Parque de la Alameda. Visitamos algunas Iglesias (San Vicente, Santiago…). Nos acercamos al Monasterio de Nuestra Señora de los Huertos, habitado por una comunidad de mojas Clarisas que, a tenor de la cola que se montó, deben hacer unos dulces estupendos. No obstante, los restos arqueológicos de la entrada a alguno pueda quitarle el apetito…


En fin, como siempre, viajar, comer, beber, aprender y disfrutar de nuestra mutua compañía.

viernes, 3 de octubre de 2008

Delta Green: Amnesia (capítulo 2)

Por fin puedo ofreceros la segunda parte de “Delta Green: Amnesia”. El fin de la jornada de verano en el curro, con lo que me toca hacer unas cuantas tardes por semana, la vuelta a los libros de texto, que Dorami ya ha acabado con los horarios del instituto y ha redescubierto que tiene una vida y quiere compartirla conmigo… Todo eso está conspirando para acaparar todo mi tiempo y evitar que pueda ofreceros un nuevo capítulo de la serie favorita de América (me encantan estas chorradas). Y cuando, además, retomemos la natación, los bailes de salón y tengamos clase de escritura teatral (nos hemos apuntado a un taller que va a impartir aquí, en Toledo, José Luis Alonso de Santos) no me va a quedar tiempo ni para rascarme. Por si fuera poco, como el sábado estuvimos viendo Hamlet me ha vuelto el gusanillo del teatro y estoy dándole vueltas a la posibilidad de apuntarme a un taller de interpretación con Denis Rafter. Si de esta no muero de un infarto será porque debido a la recolocación de puestos políticos tras la crisis de gobierno en Castilla-La Mancha, me han quitado mi comisión de servicios y me han devuelto de una patada a mi plaza, con lo que no tendría que hacer tardes.

Bueno, volvamos a la serie: Habíamos dejado a Tania y Jennifer huyendo de la Policía tras entrar, reventando la puerta, en la casa de su tío, el difunto profesor Christie, donde habían ido buscando alguna pista sobre las causas de su muerte. ¿Serán capaces de descubrir quien lo mató y por qué? ¿Recuperará Jennifer la memoria?


Como habréis visto, la serie continua con subtítulos. Tengo intención de, cuando termine los tres capítulos, corregir algunos errores y doblarla. Dorami se ha prestado a ayudarme con el doblaje de los papeles femeninos y en el foro del juego también hay quien se ha ofrecido para esa tarea. Pero esto, como podéis deducir por lo que comento en el primer párrafo, es una tarea que va para largo.

martes, 30 de septiembre de 2008

Las croquetas de Jajaja

- Esto… Mi opinión profesional como psicólogo argentino, ¡chévere!, es que tenés que dejar ese trabajo, que te estresa mucho y separarte de Jajaja, que es un boludo y un friqui. ¡Che!
- ¿Dejar yo a mi Jajaja? Pero si mi Jajaja es lo más grande. ¡Cómo se nota que no has probado las croquetas de legumbres de Jajaja!
- Las croquetas de legumbres de Jajaja son muy sanas y, además, están “buenismas”. Es un mensaje del Gobierno de España.

Aunque esté mal que yo lo diga, cuanta razón tienen Dorami y el Gobierno de España: Hago unas croquetas de legumbres “buenismas”. Os voy a dar la receta para que también vosotros podáis disfrutar de ellas:
- Un bote de garbanzos o lentejas cocidas (a mí me gustan más con lentejas)
- Una cebolla
- Un diente de ajo
- Una zanahoria
- Comino, sal, perejil y pimienta
- Pan rallado y huevo
Picad bien finito la cebolla y el ajo. Rallad la zanahoria. Cebolla, ajo y zanahoria se fríen ligeramente (luego habrá que freír las croquetas, así que no friáis demasiado esta mezcla). Espachurrad las legumbres con un tenedor o las trituráis bien con una batidora de brazo. Añadid la mezcla de cebolla, ajo y zanahoria a las legumbres espachurradas y le echáis comino picado, sal, pimienta y perejil al gusto (sed generosos con el comino). Mezcladlo todo bien y con la masa resultante dad forma a las croquetas. Rebozadlas con pan rallado y huevo (a mí como más me gusta rebozar es como hace mi madre: primero el pan rallado y luego el huevo, pero es al revés de cómo lo hace la mayoría de la gente). Podéis servirlas con un poco de mahonesa, de mahonesa con ajo o de salsa de yogur, que les van muy bien.

Estas croquetas son una forma diferente de consumir legumbres, puede venir muy bien en verano cuando los cocidos, potajes, fabadas… parece que apetecen menos. Los médicos afirman que todos deberíamos comer legumbres una vez al día, alternando entre sus distintas variedades. Las lentejas, por ejemplo, son una insustituible fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales, entre ellos el selenio, un mineral antioxidante que protege a las células del organismo humano contra la oxidación provocada por los radicales libres. Por tanto, yo recomendaría tanto a la senadora del PP María Jesús Sainz como a la ministra Aído que ingirieran mis croquetas en grandes cantidades para corregir los graves estragos que los radicales libres han causado en sus cerebros. Y es que el follón que se ha armado por esta cuña radiofónica no es normal:



Vale, es cierto que el anuncio es tan estúpido que parece que se le haya ocurrido a Pepiño Blanco, pero, ¡como para que provoque una interpelación parlamentaria! ¿La situación de España es tan buena como para que al PP no se le ocurra mejor cosa que preguntar en la Comisión de Igualdad del Senado? Naturalmente, la ministra de Ídem, haciendo honor a su pasado como directora de la Agencia Andaluza del Flamenco, ha ejercido como palmera de la senadora pepera y ha asegurado que el anuncio es sexista y que se retirará inmediatamente. Pero bueno, lo de la ministra es, hasta cierto punto, normal: Le han dado un Ministerio vacío de contenido, así que con algo tendrá que entretenerse. Lo que me parece de una anormalidad supina es este interés del PP por las chuminadas. Tras la pregunta de la diputada Montesinos sobre Muchachada Nui y esta interpelación, ¿cuál será la próxima acción parlamentaria del PP? ¿Una moción de censura porque a Rajoy no le gusta Plutón BRB Nero?

domingo, 14 de septiembre de 2008

The Movies

Hace algún tiempo, creo que en los comentarios de mi artículo sobre “Yo Presidente”, mencioné otro juego llamado “The Movies”. Su creador es Peter Molyneux, famoso por ser el “padre” de “Black & White” y del clásico “Populous”. “The Movies” pertenece al genero de los llamados “tycoon” o, en cristiano, simuladores empresariales. En este caso se trata de dirigir un estudio de cine: Construir los diferentes edificios que lo forman, contratar personal, rodar películas y darles publicidad, lidiar con las temperamentales estrellas… En un principio tiene su gracia, pero la verdad es que pronto se hace repetitivo. Además, el hecho de que la dificultad sea bastante elevada desde el inicio no hace mucho por incitarte a seguir jugando.

Sin embargo el juego tiene una característica, en principio algo suplementario a su verdadero objetivo, que dispara su jugabilidad: La posibilidad de rodar tus propias películas. Esto es, realmente, lo que provocó la gran popularidad de este juego: Internet está lleno de páginas en las que los jugadores cuelgan sus creaciones, en YouTube o Dailymotion hay cientos de ellas, en el foro de “The Movies” en español podéis ver un montón de estas películas en nuestro idioma…

El editor de guiones cuenta con una serie de escenas prediseñadas; a partir de las que puedes construir tu propia película. El jugador elige un escenario, escoge una escena y sitúa en ella a los actores que previamente había diseñado. También se puede modificar los escenarios añadiendo diversos objetos, utilizar distintos tipos de luz y de tiempo atmosférico, cambiar el “zoom” de la cámara o su posición… Una vez elaboradas todas las escenas, se genera la película y se pasa a la fase de postproducción, donde se le puede añadir música, subtítulos, efectos de sonido e, incluso, voces. En un principio, un esquema que te da bastante flexibilidad, únicamente limitada por las escenas prediseñadas existentes. Ahí está la principal debilidad de la herramienta: Aun siendo el número de escenas bastante alto, se queda algo corto. Se echa de menos una herramienta adicional, similar a la que existe para diseñar actores, para crear nuevas escenas.

Cuando cayó en mis manos el juego en seguida me sentí atraído por la posibilidad de crear mi peliculilla. Tras un primer intento bastante sonrojante, pensado más que nada para experimentar con las características del programa, me planteé realizar una película ambientada en el juego de rol “La llamada de Cthulhu” y, más concretamente, en una expansión del mismo, llamado “Delta Green”, en el que extraterrestres y monstruos sobrenaturales se mezclan con conspiraciones y agencias gubernamentales secretas. Algo parecido a “Expediente X”, aunque, en realidad, la primera aparición de “Delta Green” precedió casi un año a la famosa serie. Una partida de “La llamada de Cthulhu” que jugué con Dorami a partir de “Amnesia”, un módulo creado por Luis Olarte y Agamenón y publicado en el número 20 de la revista Líder, me dio la idea para el argumento. A partir de ahí realicé la película. Una vez terminada me pareció que había quedado demasiado larga, así que, principalmente por razones de tamaño a la hora de subirla a YouTube, se me ocurrió convertirla en una especie de miniserie de tres episodios.

No espero ser original ni marcar un hito en la Historia del Séptimo Arte, pero sí que paséis un rato entretenido. Aunque no me terminaban de convencer los diálogos, lo que ha provocado que al final la veáis subtitulada y no doblada como pensé en un principio, después de ver el martes “La conjura de El Escorial” me he reconciliado con mis (escasas) habilidades como guionista y director. Si a Antonio del Real no se le ha caído la cara de vergüenza por rodar una película tan rematadamente mediocre, no veo porque voy a ser yo más autocrítico. Con un guión irregular, que pone en boca de sus personajes diálogos atroces, unas escenas de acción a la altura de las peores del “Equipo A” y un montaje con errores garrafales, dilapida un elevadísimo presupuesto, una ambientación en una de las épocas más apasionantes de la Historia de España y un grupo de buenos actores (aunque Jordi Moyá está cada día más perdido y la lamentable presencia de Blanca Jara solo se justifica por ser hija del director) en un bodriete absolutamente prescindible.

Así que como comparando con lo que están estrenando en salas comerciales, me parece que he conseguido un producto digno al competitivo precio para el espectador de 0 €, aquí tenéis, en primicia mundial, el primer capítulo de “Delta Green: Amnesia”.


Los capítulos dos y tres ya están en post-producción, por lo que espero no tardar mucho en poder ofrecéroslos.

martes, 9 de septiembre de 2008

La canción del verano

Este está siendo un verano atípico. Son varias las razones: las playas se ven menos frecuentadas por familias con sus correspondientes sombrillas, paellas, suegras…; no ha habido foto de Ana Obregón en bañador; no nos hemos horrorizado con el top-less de “la Esteban” en Benidorm; y, lo que es más significativo: no hemos escuchado y bailado hasta la saciedad una melodía que pueda ser entronizada como “la canción del verano”. Reconozco que, sin menospreciar al resto, esto último es lo que más me ha preocupado durante mis tardes de meditaciones estivales en el paraíso natural. No obstante, me despertó de este letargo musical mi hermano, quien me habló de un grupo asturiano de música folk. Se llama La Bandina y se fundó en 1996 con la intención de recrear las tradicionales bandines de principios del siglo pasado en Asturias. Curiosamente, en sus inicios se hacían llamar La Bandina les 47, haciendo referencia a las 47.000 pesetas con las que presupuestaba por entonces cualquier actuación el Ayuntamiento de Aller. Cuando en un cartel del Festival Folk de Plasencia el nombre apareció acortado como La Bandina, les gustó y decidieron dejarlo así.

Hasta el momento, tienen editados tres trabajos: uno del 2002, Pa baillar, otro del 2005 De Romandela, que los ha consolidado como uno de los grupos de folk asturiano más reconocidos y el último de este verano, 13. Aquí podéis escuchar uno de los temas que más hemos escuchado en las numerosas folixas astures:



El repertorio del grupo incluye piezas tradicionales, pero también muchas composiciones propias, y siempre cantan en asturiano. Destaca especialmente la percusión, con bombo, tambor, congas y darbukas.

Su tema más conocido, del que también se realizó un videoclip, lleva por título “Na caleya”. Os lo pongo también para que disfrutéis de un sonido, en mi opinión, orginal y diferente.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Arkham

Arkham es el nombre de una ciudad imaginaria en la que están ambientados muchos de los relatos del escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft. Supongo que en homenaje a su creador, el guionista de historietas Dennnis O’Neil utilizó su nombre para bautizar el hospital psiquiátrico penitenciario en el que son encerrados los tronados villanos de los tebeos de Batman tras ser capturados por el Murciélago. Ya que el Manicomio de Arkham está situado en las cercanías de Gotham City y que habíamos quedado en un artículo anterior que Gotham no es sino otro nombre para Nueva York, ¿qué mejor nombre para titular un artículo sobre “anézdotas” y otras cosas que nos han llamado la atención de la Gran Manzana?

Lo bueno de las “anézdotas” es lo que dice Dorami: “Dentro de algún tiempo, recordaremos esto y nos reiremos”. En el momento te hace aproximadamente tanta gracia como que en el control de seguridad de un aeropuerto norteamericano te digan: “Yo no puedo autorizar su entrada en el país. Acompáñeme”. Pues eso. Y ahí vas, siguiendo a un negro enorme que se lleva tu pasaporte, mientras te asaltan pensamientos sobre guantes de goma, calzoncillos por las rodillas y “no se preocupe que no le va a doler”. Afortunadamente nos quedamos un paso antes: Una sala con varias filas de sillas y, frente a ellas, un estrado con varios policías. Un tanto aliviado, reuní la suficiente presencia de ánimo como para preocuparme por nuestro equipaje y le pedí a Dorami que fuera a por nuestras maletas. Mientras ella estaba fuera, una de las policías cogió mi pasaporte y se puso a teclear furiosamente en su ordenador. Repentinamente un vocerío atrajo nuestra atención: Era uno de los policías que estaba chillándole a Dorami, que volvía con nuestro equipaje. Ella no se achantó, sino que contraatacó gritando: “My husband is inside! My husband is inside!” Uno de los guardias que estaban en la puerta, sin duda conmovido por este drama familiar, se unió al coro de aullidos en apoyo de “my wife”. Finalmente la dejaron pasar a condición de que dejase las maletas en la puerta. Volví mi atención a la policía que tenía mi pasaporte y, cual no sería mi consternación, cuando la tía sale corriendo con él en la mano. La sala de tactos rectales, con su siniestro letrero de “in use” apagado, se hizo más amenazadoramente próxima. Minutos después volvió y se puso de nuevo a teclear como si no hubiese pasado nada. No sé si es que le había dado un apretón y le gusta llevarse lectura al “restroom” pero, ¡joder!, eso no se hace, que casi me da un ataque. Por fin dejó mi pasaporte sobre el estrado, lo selló y masculló algo parecido a mi nombre. Así que cogí mi documentación y salimos de allí como alma que lleva el diablo. Todavía tuve que enseñar el pasaporte una vez más para abandonar la sala y otra después de recoger las maletas. Me sentía como un fugado en una de esas películas sobre campos de concentración, cuando tiene que enseñar sus documentos al agente de la Gestapo y un sudor frío le resbala por la espalda mientras piensa que van a descubrir que sus papeles son falsos.

Con el jaleo de Inmigración se nos quitaron las ganas de experimentos con el metro para ir al hotel, así que cogimos un taxi. No es una mala opción, ya que hay una tarifa única de 45 dólares para ir de JFK a Manhattan. Sumándole el peaje del puente y la propina te sale por unos 55 dólares. Además, gracias a la tarifa fija sabes que no van a timarte dándote una “vuelta turística” por el Bronx y Nueva Jersey. Eso sí, hay que coger uno de los taxis oficiales, los amarillos. En el aeropuerto te aborda un montón de gente ofreciéndote taxis, pero esos no se rigen por las tarifas oficiales y te pueden salir bastante más caros. Esa fue la única vez que cogimos un taxi, pero hay que decir que son un medio de transporte muy popular entre los neoyorkinos, como atestigua la gran cantidad que hay a todas horas por las calles.

El medio de transporte que nosotros utilizamos más fue el metro. Aunque hay que advertir que el metro de Nueva York tiene su miga. Para los que estamos acostumbrados al de Madrid, que es muy sencillo de utilizar, se nos hace bastante enrevesado: En algunas estaciones, dependiendo de la dirección en la que cojas la línea, tienes que entrar por una boca de metro u otra; hay líneas locales, que paran en todas las estaciones, y express, que paran sólo en algunas; varias líneas pueden pasar por la misma vía; para bajarse en la estación de South Ferry (desde donde se coge el ferry gratuito a Staten Island, para hacerle fotos a la Estatua de la Libertad) hay que estar montado en uno de los primeros cinco vagones; a últimas horas de la noche y los fines de semana algunas líneas cambian… De todas formas, con un poco de experiencia y leyendo todos los carteles que te pongan por delante, enseguida le coges el tranquillo. Tanto es así que durante nuestra estancia varias personas nos preguntaron en el metro y los supimos orientar rápidamente. Además es muy rápido y, a pesar del sórdido aspecto de la mayoría de las estaciones, muy seguro: Nosotros no tuvimos sensación de peligro en ningún momento y eso que hay días en que lo cogimos pasadas las doce de la noche. En mi opinión es menos probable, hoy por hoy, morir en el metro de Nueva York de un navajazo que de un pasmo, dada la potencia con la que ponen el aire acondicionado en los vagones. Claro que esto del aire acondicionado a toda potencia es algo de lo más normal en Nueva York: Vas por la calle, bajo un sol de justicia, y al pasar por delante de una tienda de la que sale alguien, sientes una ráfaga de viento polar; en el Metropolitan, que es un pedazo de museo descomunal, Dorami iba aterida, arrebujándose en un chal…

Otro lugar con fama de conflictivo es Harlem. Nosotros tampoco tuvimos ningún problema y, la verdad, lo poco que vimos del barrio nos pareció bastante coquetón. Aunque es cierto que tampoco es que fuésemos a las calles más sórdidas a comprar crack… Fuimos a misa, a una de esas misas de gospel que salen en las películas. En principio fuimos a la más famosa, la de la Abyssinian Baptist Church, pero, al llegar allí, nos dijeron que más nos valía que nos buscásemos otra iglesia, porque a la vuelta de la esquina había ochocientos turistas haciendo cola para entrar. Nos indicaron otra iglesia, un par de calles más al norte, y a ella nos fuimos. Allí nos dijeron que éramos bienvenidos, pero que teníamos que tener en cuenta que era una misa para la gente del barrio y que no era tan espectacular como las más frecuentadas por los turistas. De todas formas nos quedamos y la experiencia mereció la pena. Aunque los coros no eran, lógicamente, como los del cine, los predicadores y la propia congregación sobrepasan a la ficción. Los predicadores cantan, cuentan chistes, se apasionan como si estuviesen retransmitiendo un partido de futbol y los fieles intervienen continuamente con sus “amen!” o sus “it’s right!”. Cuando uno de los predicadores terminó su homilía sobre la necesidad de dar gracias a Dios, tuvimos que esperar un buen rato a que una señora se cansara de gritar: “Thank you! Thank you, Lord!”

El día anterior nos habíamos encontrado con otro acto religioso, esta vez en pleno centro de Times Square, en medio de las luces de neón perpetuamente encendidas, las cintas luminosas con las últimas noticias y las pantallas gigantes que emiten anuncios constantemente. Bajo un cartelón que decía “Jesus loves New York” habían montado un escenario desde el que diversos predicadores arengaban a la multitud. Cuando nosotros llegamos era el turno de un tal Kim Clement, un tío a medias entre profeta y estrella de rock, que tenía montado una especie de musical en el que disputaba con el Diablo por la salvación de una chica arrastrada al pecado por la bebida, las drogas y el sexo prematrimonial. En mi opinión, la obrita cuadraba más en un festival de fin de curso que en el corazón del Distrito de los Teatros, pero hay que reconocer que el público estaba como loco, gritándole a los actores como los niños en una obra de guiñol: “¡No! ¡Cuidado! ¡El lobo está detrás del árbol!”

Por último no puedo resistirme a hablaros de otro lugar curioso: Coney Island, con su playa y su parque de atracciones. Se trata de una playa popular, así que vais a encontrárosla llena de hispanos. De todas formas, al menos cuando nosotros estuvimos, y eso que fue un viernes, que es el día en que hay fuegos artificiales, no había demasiada gente. Aun así, algunos bañistas tenían cuidadosamente delimitada su parcelita, no con sus toallas, como aquí, en España, sino con cuatro banderitas americanas. El parque de atracciones es de lo más peculiar: Tiene un aspecto bastante cutre, como de feria de pueblo pero a lo bestia. Junto a atracciones como una noria bastante curiosa y una montaña rusa con muy buena pinta, tiene otras que son de traca: el “Tiro al friqui”; una pista de coches de choque en un local, como si fuera una tienda cualquiera; un museo de los monstruos; la típica de las películas en la que tienes que acertarle a una diana para que un tipejo caiga a un tanque de agua…

Pues con este artículo, que se me ha extendido algo más de la cuenta, hemos llegado al final de la serie dedicada a nuestras peripecias en Nueva York, una ciudad maravillosa, que nos ha sorprendido muy gratamente y en la que hemos pasado unas estupendas vacaciones. De todas formas, ya sabéis donde estamos si tenéis alguna duda sobre un futuro viaje que pensáis que os podemos ayudar a resolver.