miércoles, 2 de mayo de 2007

Mis “mostruos” favoritos: Leticia Sabater

Hola, holita, amiguitos. Como esta semana no me ha pasado nada reseñable voy a aprovechar para daros otro breve vistazo a las cavernas de mi “intelezto”. Un lugar donde, tan desordenadamente como en mi casa, se agolpan luces y sombras, antiguas leyendas y fríos teoremas matemáticos, florecillas y monstruos… Uno de estos “mostruos” que acechan entre los recovecos de mi mente es… Leticia Sabater. ¡Ja, ja, ja, ja! (risa maníaca).

La señorita Sabater merece un lugar de honor entre los seres del inframundo televisivo por muchas razones. Todos recordaréis sus lúbricos contoneos en programas infantiles, sus histéricos aullidos, sus frases lelas (“¡okey, Makey!”, “a medio día, ¡alegría!”…), pero, sin lugar a dudas, Leti pasará a formar parte del Television Hall of Infamy gracias a un programa de Canal 7, una televisión local madrileña, llamado Mentiras peligrosas.

Mentiras peligrosas era un programa donde, ante un decorado cutre y cochambroso, unos cuantos seres humanos (por no llamarles algo peor) escenificaban una escena grotesca en la que se acusaban mutuamente, frecuentemente de infidelidades varias, se insultaban y se zurraban con fruición ante la salomónica presencia de nuestra homenajeada, que actuaba como juez y moderadora, tan imparcial como Al Ghandur en un España-Corea. Y digo escenificaban porque los protagonistas eran actores, a menudo bastante mediocres, que abordaban sus papeles con considerable histrionismo y, eso sí, encomiable entusiasmo, sobre todo a la hora de las tortas. Como Canal 7 es una televisión modesta y el presupuesto no daba para mucho, los actores se repetían, de forma que el domador de circo cornudo era a la semana siguiente fontanero fornicador. A esto hay que sumar unos vídeos realizados con cámara “oculta”, donde a los protagonistas, atrapados en torpe actitud, les faltaba saludar a la cámara; un público mal hablado, insultón y pendenciero (de vez en cuando Leticia pasaba un micro por el público para que se despachara a gusto con los protagonistas) y tal cantidad de caspa que para retirarla del plató haría falta un bulldozer. En YouTube tenéis una muestra de este museo de los horrores para que sepáis apreciarlo en lo que vale:



Como Leticia sabía que todo programa de televisión está condenado a actualizarse o ser olvidado por la audiencia, incorporó a Mentiras peligrosas una “máquina de la verdaz”. El objeto en cuestión era, en realidad, un secador de pelo rodeado por una ristra de lucecitas que, supuestamente, detectaba los vapores que produce el cerebro al mentir. Increíble pero cierto, a las pruebas me remito:



Avalada por la Universidad de Browntown y la Society of Scientific Research de Middleware, ¡eh! Al loro.

En fin, un “pograma” que merece una nueva oportunidad, esta vez con pasta y en “prime time” en una de las principales cadenas. Por lo menos en él los que salían haciendo el memo eran tan solo actores y no famosillos o aspirantes-a vendiendo sus intimidades en un flagrante ejercicio de pornografía televisiva. El medio ha alcanzado tales cotas de abyección que el esperpento de la señorita Sabater ha quedado convertido en un programa simpático.

P.D.: Para que no digáis que tengo manía a la Sabater, reproduzco un comentario favorable de la Frikipedia con el que estoy plenamente de acuerdo: “Leti, a pesar de tener fama de tonta, sabe escribir correctamente su nombre de pila (a diferencia de la futura reina de España)”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno de tus mejores posts, Jajaja, sigue por esta senda y llegarás a las más altas cotas de la bizarría..

Meteorismo galáctico dijo...

Ha sido gozoso volver a recordar el trabajo con el que Leticia Sabater llegó a la máxima cota de “ésito” en su carrera profesional. Me ha encantado volver a ver cómo con un presupuesto nulo (el público y los protagonistas debían llevar una silla de su casa) se puede conseguir un programa de gran calidad y con gancho para mantener a la gente pendiente del televisor.

La Frikipedia cuenta con mi apoyo por su defensa de Leticia Sabater y su ataque a la necedad de la Princesa de Asturias.

Jajaja dijo...

Antares,

Que un ser como tú, capaz de publicar un post en su blog sobre "Los niños con los niños y las niñas y con las niñas" de Fernando Esteso, me dirija semejantes elogios me abruma. Estas son las cosas que me hacen continuar escribiendo en el blog.

Meteorismo,

En primer lugar, me alegro de que hayas publicado tu foto porque desde una fiesta, tiempo ha, en casa de Lady H, no te he visto y ya no recordaba como eras. Espero que esta instantánea con la que acompañas tu comentario me permita reconocerte si algún día nos encontramos en la cola del cine.

Coincido contigo en que no es necesario un alto presupuesto para enganchar al público. De hecho, estuve ayer viendo una super-mega-producción norteamericana, Spiderman 3, hecha con un presupuesto mayor que el PIB de Andorra, y que no le llega a la suela de los zapatos a otra película de acción, hecha con bastante menos dinero pero con imaginación y un buen guión, como es Tiempo de valientes.

Por último, una "correción": no es Princesa (como las bragas) sino "Prinzesa".