martes, 24 de abril de 2007

Música en el Círculo de Arte (y Teatro y Cine y... nada más)

El viernes pasado estuvimos Dorami y yo en un concierto en el Círculo de Arte de Toledo. El telonero era Amadeo, un compañero de mi churri, y el plato principal los Bloody Bodys, un grupo local que ha evolucionado desde el heavy hasta cierto estado entre siniestro y cosa rara. A mí ese tipo de música no me emociona demasiado, ni preveo que lo haga en un futuro cercano (los próximos mil años), así que, como me da un poco de pereza cambiar el título del artículo, voy a hablaros de otro grupo al que estuvimos escuchando el fin de semana anterior en el mismo lugar: los Coronas.

Los Coronas son un grupo de surf rock. ¿Qué leches es eso?, os preguntaréis. Yo, al menos, me lo preguntaba. No temáis, la Wikipedia viene en nuestra ayuda. Resulta que el surf rock es un estilo musical caracterizado por ritmos rápidos y bailables con los que intentan transmitir las sensaciones que se viven sobre las olas (?). El tema más popular de este estilo es Misirlou, de Dick Dale & The Deltones, tema principal de la banda sonora de Pulp Fiction. Pues los Coronas son un grupo madrileño, devoto de ese estilo, que se encuentra en estos momentos de gira, promocionando su último disco, Surfin’ Tenochtitlan, un recopilatorio de sus mejores canciones.

Lo que nos llamó la atención, hasta el punto de entrar a oírlos, fue un comienzo de pasodoble enlazado con un punteo de guitarra frenético. Dentro, más de lo mismo: ritmos rápidos, en ocasiones machacones, y divertidos mezclados con un toque racial (lo que comentaba del pasodoble, flamenqueo…) que lo hacen bastante original. Recomendable para pasar un rato divertido. Esta es la página del grupo.

Sobre los Coronas solo añadir una cosa más: “Go, Kato, go!”.



Más referencias culturales: Teatro y Cine.

En lo relativo al Teatro, comentaros que durante esta semana, desde el martes 24 hasta el sábado 28, a las 20:30, La Cuarta Pared Teatro Universitario estrena en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid La bombilla que flota, de Woody Allen (para direcciones, dineros y demás, consultad el artículo "Teatro, la vida es puro Teatro"). Dorami y yo iremos seguramente el miércoles.

Por último un breve comentario sobre El buen pastor, de Robert de Niro, una película que podría haber estado muy bien pero que se ve lastrada por una primera parte demasiado lenta y en la que se recrea excesivamente y un final, que es cuando realmente las cosas se ponen interesantes, que resuelve de forma excesivamente apresurada, amontonando unos sucesos sobre otros. He de decir que a mí me gustó bastante más su anterior película, Una historia del Bronx. Una pena, porque en principio prometía.

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