El pasado fin de semana, aprovechando que habíamos quedado con unos amigos para ir el domingo a las Jornadas de la Matanza de El Burgo de Osma, Dorami y yo pasamos en este pueblo soriano el fin de semana.
Tras unas tres horas de viaje desde Toledo (contando con parada en Madrid, en casa de mis padres, para coger su cámara fotográfica) llegamos al Burgo. Nos alojábamos en el hostal Mayor 71, en una habitación con vistas al Palacio Episcopal. El hostal me lo recomendó mi excompañero (y sin embargo amigo) David. No es lo que se dice barato (estamos en temporada alta a causa de lo de la matanza), pero es muy nuevo, está muy limpio, las camas son muy cómodas (odio las camas demasiado blandas) y la situación es inmejorable.
Antes de comer estuvimos dando un paseo por el pueblo. Fundamental, desde mi punto de vista: desde el otro lado del río Ucero, donde se puede ver una preciosa panorámica de las murallas y la catedral; atravesamos la puerta de San Miguel para llegar a la plaza de la Catedral y, desde allí, tomamos la calle Mayor, una calle con soportales a uno de los lados y mucho encanto, hasta la plaza Mayor, donde encontraremos el ayuntamiento y la oficina de turismo. Esta se encuentra ubicada en un antiguo hospital barroco reconvertido en centro cultural, la oficina de turismo está en la capilla, con su altar y todo.
Para tomar el aperitivo ningún sitio mejor que el Circulo Católico, donde se pueden comer los mejores torreznos del Burgo (y eso es mucho decir). Y además consigues indulgencias con cada torrezno que comes (esto no lo tengo confirmado).
Después de comer marchamos hasta Muriel de la Fuente, a unos treinta minutos del Burgo. Allí se nos unieron Ana, Cristina y Ramón, con los que dimos un paseo hasta el nacimiento del río Abión. Es un sitio muy bonito, la lástima es que el río baja con muy poco agua.
Tras unas tres horas de viaje desde Toledo (contando con parada en Madrid, en casa de mis padres, para coger su cámara fotográfica) llegamos al Burgo. Nos alojábamos en el hostal Mayor 71, en una habitación con vistas al Palacio Episcopal. El hostal me lo recomendó mi excompañero (y sin embargo amigo) David. No es lo que se dice barato (estamos en temporada alta a causa de lo de la matanza), pero es muy nuevo, está muy limpio, las camas son muy cómodas (odio las camas demasiado blandas) y la situación es inmejorable.
Antes de comer estuvimos dando un paseo por el pueblo. Fundamental, desde mi punto de vista: desde el otro lado del río Ucero, donde se puede ver una preciosa panorámica de las murallas y la catedral; atravesamos la puerta de San Miguel para llegar a la plaza de la Catedral y, desde allí, tomamos la calle Mayor, una calle con soportales a uno de los lados y mucho encanto, hasta la plaza Mayor, donde encontraremos el ayuntamiento y la oficina de turismo. Esta se encuentra ubicada en un antiguo hospital barroco reconvertido en centro cultural, la oficina de turismo está en la capilla, con su altar y todo.
Para tomar el aperitivo ningún sitio mejor que el Circulo Católico, donde se pueden comer los mejores torreznos del Burgo (y eso es mucho decir). Y además consigues indulgencias con cada torrezno que comes (esto no lo tengo confirmado).
Después de comer marchamos hasta Muriel de la Fuente, a unos treinta minutos del Burgo. Allí se nos unieron Ana, Cristina y Ramón, con los que dimos un paseo hasta el nacimiento del río Abión. Es un sitio muy bonito, la lástima es que el río baja con muy poco agua.
Vuelta al Burgo y cena a base de especialidades no porcinas (el día grande del cerdo era el domingo). Tras dejar a nuestros compañeros en el hostal, Dorami y yo nos dirigimos a un local que habíamos visto antes y que tenía bastante ambientillo: el Palacio del Virrey ¡Craso error! Nos pedimos un par de copas y nos metieron un garrafonazo infame. Si el virrey Palafox, que era uno de los virreyes de la antigua América española, gente recia y poco amiga de andarse con bromas en lo que a la honra y al alcohol atañen, viera lo que hacen en su local, allí rodarían cabezas.
Al día siguiente, para hacer hambre para la comida, nos dirigimos al cañón del río Lobos. La ruta por el cañón tiene algo más de 20 kilómetros, pero nosotros solo nos adentramos 3 ó 4, el cerdo nos esperaba. Además subimos a un mirador desde el que se tiene una extraordinaria panorámica sobre la entrada del cañon.
Y por fin, la comida. Allí se nos unió el resto del grupo. A continuación el menú, para que os hagáis una idea:
Al día siguiente, para hacer hambre para la comida, nos dirigimos al cañón del río Lobos. La ruta por el cañón tiene algo más de 20 kilómetros, pero nosotros solo nos adentramos 3 ó 4, el cerdo nos esperaba. Además subimos a un mirador desde el que se tiene una extraordinaria panorámica sobre la entrada del cañon.
Y por fin, la comida. Allí se nos unió el resto del grupo. A continuación el menú, para que os hagáis una idea:
- Entrantes: jamón ibérico, lomo ibérico, torreznos, costillas en aceite, chorizo frito, morcilla de arroz, manitas guisadas, lengua empiñonada, pastel de sesos y verduras, mollejas con setas, ensalada de oreja y revuelto matancero.
- Entonantes: alubias pintas del Burgo o caldo y sorbete al cava.
- Terceros: cochinillo asado, jarrete con verduras, jamón asado con pasas y lomo escabechado.
- Postres: naranja, helado de limón, milhojas y pastel de manzana.
Aclaro que no es a elegir, te ponen todos los platos a compartir y puedes comer lo que quieras e incluso repetir, si no tienes miedo de morir de un torozón. Todo ello abundantemente regado con un vinillo de Rioja bastante majete, del que no recuerdo el nombre, cosa que me fastidia. Y para terminar café con pastas y chispazo de orujo.
Para bajar la entripada, visitamos la catedral, un edificio que acumula desde resto románicos a una parte neoclásica, pasando por el Gótico, el Renacimiento y el Barroco. Y allí terminó el fin de semana, bueno eso sin contar la vuelta y el atasco de entrada a Madrid. Nos quedan muchas cosas que ver en la Tierra del Burgo: no solo un montón de posibles rutas de senderismo, sino también yacimientos arquelógicos, como los de Uxama y Tiermes, la ermita prerrománica de San Baudelio, el castillo de Gormaz, el pueblo amurallado de Rello, las iglesias románicas de San Esteban de Gormaz… Bueno, para el año que viene, en unas nuevas Jornadas Rito-Gastronómicas de la Matanza de El Burgo de Osma.
Para más información sobre El Burgo de Osma y su entorno: Turismo de Soria.
Para más información sobre las Jornadas Rito-Gastronómicas de la Matanza: Hotel Virrey Palafox.
- Entonantes: alubias pintas del Burgo o caldo y sorbete al cava.
- Terceros: cochinillo asado, jarrete con verduras, jamón asado con pasas y lomo escabechado.
- Postres: naranja, helado de limón, milhojas y pastel de manzana.
Aclaro que no es a elegir, te ponen todos los platos a compartir y puedes comer lo que quieras e incluso repetir, si no tienes miedo de morir de un torozón. Todo ello abundantemente regado con un vinillo de Rioja bastante majete, del que no recuerdo el nombre, cosa que me fastidia. Y para terminar café con pastas y chispazo de orujo.
Para bajar la entripada, visitamos la catedral, un edificio que acumula desde resto románicos a una parte neoclásica, pasando por el Gótico, el Renacimiento y el Barroco. Y allí terminó el fin de semana, bueno eso sin contar la vuelta y el atasco de entrada a Madrid. Nos quedan muchas cosas que ver en la Tierra del Burgo: no solo un montón de posibles rutas de senderismo, sino también yacimientos arquelógicos, como los de Uxama y Tiermes, la ermita prerrománica de San Baudelio, el castillo de Gormaz, el pueblo amurallado de Rello, las iglesias románicas de San Esteban de Gormaz… Bueno, para el año que viene, en unas nuevas Jornadas Rito-Gastronómicas de la Matanza de El Burgo de Osma.
Para más información sobre El Burgo de Osma y su entorno: Turismo de Soria.
Para más información sobre las Jornadas Rito-Gastronómicas de la Matanza: Hotel Virrey Palafox.
8 comentarios:
Para pagar tanta "aztividaz" turística, os propongo que alquiléis vuestro hogar los fines de semana. Cada vez conozco a más gente que tiene casa pero no la usa más que para dormir a diario. ¿No saldría más rentable alquilar una de esas "camas calientes" por horas? Le propondré a la Ministra de Vivienda esta gran idea. Si demostrásemos que la gente no necesita casa porque no hace vida hogareña, se resolvería de un plumazo el supuesto problema de la vivienda.
Y tras este sandio comentario, sólo me queda despedirme con salvas tras el gozo de haber disfrutado de los detalles de vuestro viaje sin necesidad de sufrir las incomodidades que la vida errante impone al viajero.
Querido Meteorismo (perdona la familiaridad, pero te considero ya como del blog): desde luego, yo no tengo ningún problema en cederte mi alcoba los fines de semana. Eso sí, con el compromiso por tu parte de mantener el listón muy alto. Por lo demás, trataremos de informar sobre futuras salidas para tratar de aportar nuestro granito de arena al problema de la vivienda en este nuestro país.
Estimada Dorami:
Me siento dichoso de ser considerado parte de este blog. Prometo utilizar tu alcoba (tras abonar el pertinente estipendio por las horas de uso) y dejar el listón muy alto. Lo que no tengo claro es qué tipo de listón es el que quieres que lleve a cotas máximas. Si te refieres al listón “sesual”, me temo que te defraudaría porque mi capacidad para la conquista amorosa es bastante discutible. No obstante, si me permites la falta de humildad, en el terreno de la flatulencia nocturna, podría llevar el famoso listón hasta una altura inalcanzable. Sólo nuestro común amigo Antares sería capaz de acercarse (no en vano conocemos cada cual los secretos flatulentos del otro).
VIVA EL MINISTERIO DE LA VIVIENDA
VIVA LA AMISTAD SELLADA A BASE DE CUESCOS
Bonitas fotos. Lo que me gustaría saber porqué se llaman jornadas ritogastronómicas, ¿llevan túnicas blancas y antorchas los matarifes? ¿Se recitan conjuros antiguos para evitar que el espíritu del cerdo atormente a los comensales? ¿se pasea en procesión la cabeza sanguinolenta del cerdo?.
Eeeeeh… Pues creo que no. Pero podrías proponerlo, Hel. Estoy seguro de que estarán abiertos a adoptar nuevas tradiciones populares que refuercen su “tipismo” de cara a la gente de la capital.
Se me ocurre incluso una nueva tradición más: la de sacrificar una virgen como ofrenda al dios Gocho. “Nosotros matamos uno de los tuyos, a ti entregamos la vida de uno de los nuestros”, el equilibrio, el ying y el yang, la eterna balanza.
Bueno, esto último casi mejor que no, que ya tiene la virgen bastante con lo suyo.
Otro bonito post bucólico-campestre, que invita a coger la mochila e irnos de "escursión"..
Me ha gustado el término "jornadas ritogastronómicas"; propongo otro nuevo, "jornadas flatugastronómicas", dedicadas a gozar de los alimentos que más producen meteorismo y flatulencia, como una buena fabada..
Me encanta ver que la gente disfruta de mi Burgo de Osma.
Un saludo.
Veo que por aquí hay alguien que se quiere apropiar de Burgo de Osma ¡Intolerable! Burgo de Osma, como la bandera nacional y el himno, es de todos.
¡No aceptaré que nadie se apropie de un pueblo unilateralmente! Ahora mismo voy a informar a Pepiño de tan grave afrenta a la ciudadanía.
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