martes, 6 de marzo de 2007

Doraemon, el gato cósmico

Entiendo que conocer la forma de pensar de nuestro interlocutor es fundamental para conseguir un satisfactorio proceso de comunicación. Por eso me parece interesante ofreceros vistazos a mi mundo interior (una gran panorámica podría destruir vuestra cordura y quien sabe si vuestra alma inmortal) a través de las grandes influencias que han configurado mi pensamiento. Podría hablaros de Nietzche, de Diógenes, de Perogrullo… pero he preferido empezar por Doraemon (pronúnciese Doraimon).

Doraemon, el gato cósmico, es una de las series japonesas de animación más exitosas y longevas de aquel país (sobrepasa los 1.000 capítulos). Fue creada en 1979, a partir del “manga” del mismo nombre, y se sigue emitiendo en la actualidad.

Su protagonista es Nobita, un niño vago, torpe, mal estudiante, envidioso, rencoroso y un poco pervertido. Tamaño dechado de virtudes terminará provocando que su familia termine viviendo en la más vil miseria. Para evitarlo, su tataranieto, que vive en el siglo XXII, le envía a su robot Doraemon (que es quien da nombre a la serie) para que le ayude y así cambiar el futuro. Doraemon tiene la apariencia de un gato especialmente orondo con un bolsillo cuatridimensional en la barriga del que saca los más variopintos artefactos futuristas, como el gorrocóptero.

La estructura de los capítulos suele ser muy similar: Nobita está triste y lloroso por algún problema, Doraemon le ofrece su ayuda a través de alguno de sus artilugios, Nobita lo utiliza para intentar satisfacer sus más bajos instintos pero los acontecimientos se vuelven contra él y vuelve de nuevo lloroso a Doraemon. Como veis más simple que un cubo. Pero a partir de este sencillo esquema sus creadores han logrado unos dibujos entretenidos, divertidos y llenos de imaginación. En mi opinión, una de las mejores series de animación que podemos ver ahora mismo en televisión.

Para saber más: El sitio de Doraemon.

3 comentarios:

Meteorismo galáctico dijo...

Me llena de gozo haber leído tu deposición sobre Doraemon y Nobita. Había oído hablar de ambos personajes pero reconozco con vergüenza que jamás he visto un capítulo de tan interesante serie.

Gracias a tus explicaciones ahora puedo entender por qué el hijo menor de unos amigos míos ha sido motejado como "Nobita". Es un niño insoportable.

La sencilla trama de cada capítulo me recuerda la simplicidad que también tenía aquella otra serie memorable que era Mazinger-Z:

-Un robot del Dr. Infierno provoca el caos.
-Mazinger intenta parar los pies al bruto mecánico pero sale escaldado.
-El profesor Yumi (padre de Sayaka) idea algún artilugio o táctica para poder vencer al maligno robot.
-Nueva y última pelea en la que Mazinger, con la inestimable ayuda de Koji Kabuto, vence al robot enviado por el Barón Ashler o por el Conde Broken.

¡VIVAN LAS SERIES ANIMADAS INSTRUCTIVAS!

Anónimo dijo...

¡Cómo es posible que un frikirl de mi calibre no haya visto Doraemon!.Me parece una serie asaz interesante que visionaré en cuanto mis múltiples e inútiles actividades me lo permitan..

Meteorismo, si es que las cosas más simples son con las que más se goza, como el deponer, que es un placer que nos suele suceder..

Jajaja dijo...

Anonadado me hayo de que un friqui del calibre de Antares (calibre extra como sus deposiciones y los espárragos "cojonudos" de Tolosa) no haya visto Doraemon. Avergüénzate, avergüenzate... Pues ya sabes, lo ponen todos los días por la mañanita en Tele Espe (para el resto de España en su televisión "utonómica" correspondiente).

En cuanto a ti, Meteorismo, únete a los fanáticos de ese gato gordo y desorejado y disfruta de una televisión que educa en los principios que hicieron grande al Japón.

¡AIKIDO!
¡HARAKIRI!
¡DORAYAKI!
¡KAWASAKI!