Hace unos días el Presidente del Gobierno se reunió con los banqueros para pedirles que flexibilicen los criterios que están manteniendo actualmente a la hora de conceder créditos a familias y pequeñas empresas. Es cuanto menos sorprendente que un Gobierno que ha inyectado en la banca la friolera de 19.000 millones de euros de todos los españoles, de un fondo de 30.000 ampliables hasta 50.000 millones, tenga que rebajarse a “pedir” a los beneficiarios de estas ayudas que se utilicen para aquello para lo que han sido concedidas. A juzgar por las posteriores declaraciones de Botín, en las que dijo que “es imposible que el crédito aumente”, los banqueros no parecen excesivamente preocupados por las recomendaciones de Zapatero ni por las amenazas del ministro Sebastián, que les ha advertido que “al Gobierno se le está acabando la paciencia con los bancos” (bancos que, por otra parte, hasta hace cuatro días formaban el mejor sistema financiero del Mundo). Es comprensible este comportamiento por parte de la Banca; saben perfectamente las millonarias deudas que el PSOE y el resto de los partidos políticos tienen contraídas con ellos y que, si exigiesen el pago de estas, todos los partidos españoles iban a ir a la bancarrota más absoluta.
Así que los bancos van a continuar comportándose como hasta ahora; tienen a los políticos en sus manos y saben que las bravatas gubernamentales hacen bueno el refrán de “perro ladrador, poco mordedor”. Para muestra, la frustrada comparecencia en el Congreso de los principales representantes del sistema bancario español, rechazada con los votos del Partido Socialista.
Así que los bancos van a continuar comportándose como hasta ahora; tienen a los políticos en sus manos y saben que las bravatas gubernamentales hacen bueno el refrán de “perro ladrador, poco mordedor”. Para muestra, la frustrada comparecencia en el Congreso de los principales representantes del sistema bancario español, rechazada con los votos del Partido Socialista.
6 comentarios:
Estimado Jajaja, vas a permitirme que exponga aquí mi inmensa ignorancia en temas económicos (casi comparable a la de ZP y sus ministros). No entiendo eso de que el Estado avale a los bancos por la desorbitada cantidad por la que les avala. Porque creo que esa famosa inyección monetaria es eso, un aval que, en caso de que los créditos que supuestamente deberían conceder los bancos a personas o empresas de poca solvencia (a las que tienen solvencia se les siguen dando sin problemas), no fuesen devueltos, todos (eso es el Estado) apechugaríamos con el agujero.
Eso de dar créditos sin ton ni son me parece una necedad inmensa. ¿Acaso no ha sido eso lo que ha provocado el grandísimo problema en la economía norteamericana? ¿No nos hemos cansado de oír que allí se daba créditos hasta al más piojoso?
No entiendo la razón por la que, si sabemos eso, queramos reproducir tan nefasta situación aquí, cerquita de nosotros, en nuestra casa.
Por si alguien no se ha enterado aún, los créditos se dan para devolverlos con los correspondientes intereses. Los créditos no son un regalo, por eso, si se dan a gente insolvente o a empresas sin futuro, no son créditos sino limosnas, sí, de esas que no hay que devolver. Hablemos claro, aquí lo que parece que queremos es que a todos nos dé dinerito el Estado y que, si no podemos devolverlo, lo paguemos entre todos. A mí, particularmente, me importa un pito, soy capaz de sobrevivir con poco (siempre y cuando todos vivamos con la misma escasez, claro), pero dudo mucho que a la gran mayoría de la gente le mole repartir su dinero, honrada o corruptamente ganado, con todos los que anden escasos de parné (escasez encontrada sin culpa o ganada a pulso, que de todo hay).
Las cosas no son tan fáciles como las pinta ZP ni como las creemos la mayoría de los lerdos que habitamos este mundo.
Espeo que Cristina Fernández de Kirschner, esa grandísima estadista, aleccione a ZP sonbre cómo sacar adelante a España en estos momentos de crisis.
Son los pequeños arroyos los que faen el rio.La solución ta nel prau.Salú.
Estimado Meteorismo,
Expon tu ignorancia, exponla. Al fin y al cabo es lo que hace casi toda el mundo que sale en los medios de comunicación.
Coincido contigo en que no entiendo porque el Estado (o sea, los contribuyentes) le está dando un chorro de millones a los componentes del "mejor sistema financiero del Mundo". Más aun cuando son instituciones que un año tras otro exhiben beneficios considerables. Pero ya que se los están dando y que no se los van a quitar (Santa Rita, Rita... dicen los banqueros) creo que sería más interesante que ese dinero fuera destinado a mantener puestos de trabajo y no a engordar las fantásticas cuentas de resultados del señor Botín. Al contrario de lo que él dice, yo estoy leyendo declaraciones que hablan de entre un 50 y un 80% de créditos denegados para empresas solventes. ¿Por qué sucede esto? Permitidme manifestar mi ignorancia, pero el caso es que conozco más de un caso de empresas con unas cuentas saneadas pero con problemas de liquidez a causa de deudas de las administraciones públicas a las que han negado créditos y que, a causa de esto, han tenido que echar el cierre.
Es posible que ese dinero que se está entregando tan alegremente a los bancos debiera haber sido utilizado para terminar con la considerable deuda que está acumulando el sector público y que está llevando a la ruina a muchas pequeñas empresas. Pero claro, como tú dices, las cosas no son tan fáciles: no es fácil conseguir que alcaldes y cargos autonómicos dejen de despilfarrar el dinero y gastarse lo que no tienen.
Pobrecito hablador,
El problema es que no son pequeños arroyos, sino afluentes del tamaño del Ebro. Y el río es el jodido Amazonas.
Ay, que estoy sin palabras ante la crisis y el bombo que se le está dando que es lo peor que se puede hacer: así ni los que NO están en crisis consumen. Y eso es muy malo...
Ya se sabe, Peritoni, el dinero es miedoso. Y cuando no lo tienes claro porque aquellos en los que se supone que deberías confiar cada vez son menos dignos de ello, más.
A propósito de este tema, aquí tenéis un artículo que salió el día 11 del inspector de Hacienda y colaborador de Estrella Digital Juan Francisco Martín Seco: Responsabilidad de la banca.
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