¿Qué? ¿No os suena de nada Alcalá del Júcar? Lo mismo nos pasaba a nosotros hace unos días. Podemos aducir como disculpa que el pueblo está bastante oculto, como una especie de Shangri-La de La Manchuela. Imaginad: Hace un par de fines de semana, al nordeste de Albacete, a unos 50 km de la capital… Avanzábamos raudos a lomos de Calimero (el C3 de Dorami) por la penillanura manchega, que se extendía a nuestro alrededor como un mar polvoriento, cuando, repentinamente, la tierra se abrió ante las ruedas de nuestro fiel corcel. Se trataba de las Hoces del Júcar: Un serpenteante cañón tallado en la roca por el río con el correr del tiempo (y del agua). Descendimos por una estrecha carretera, que avanzaba siguiendo los entrantes y salientes del terreno. Por fin, tras atravesar una hendidura en la roca realizada para que pudiese pasar la carretera, nos encontramos con Alcalá del Júcar en todo su esplendor.
El pueblo está situado sobre un espolón de roca que da forma a una de las hoces del río. El castillo se encuentra en lo alto; por debajo de él, sobre una de las laderas, se extiende el pueblo: Un Dédalo de casitas blancas surcado por estrechas callejuelas zigzagueantes. La mayoría de las casas tienen habitaciones talladas en la roca. Algunas de ellas, incluso, la atraviesan con túneles que han acondicionado como bares, con terrazas colgadas sobre el precipicio que da al río. Dorami y yo estuvimos tomando una cerveza en una de ellas, la Cueva de Masagó. No pudimos visitar la más famosa debido a la boda de la Hija del Diablo, que obligó a su padre a cerrar su Cueva. Mención aparte merece la iluminación del pueblo. Desde nuestro alojamiento podíamos verlo como una alfombra de luz blanca que se extendía sobre la montaña, coronada por el castillo bañado en luz dorada. Esta iluminación tiene el tercer premio de un concurso internacional convocado por Phillips, tras la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul.
Nosotros nos alojamos en unos apartamentos rurales, al otro lado del río, pasado el puente romano. Estaban bastante bien, si no fuera por el colchón, que era horroroso, y porque la ducha era solo un desagüe en el suelo del cuarto de baño. Esto tiene la ventaja de que es muy fácil de limpiar, pero como no esté bien hecho el suelo puede resultar un desastre. En nuestro caso el suelo no estaba bien hecho: Teniendo en cuenta como están últimamente las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera, estoy por apostar que teníamos en la habitación uno de los humedales más extensos de la región. De todas formas hay multitud de alojamientos en el pueblo: hoteles, hostales, apartamentos, casas rurales… Por lo visto es un lugar bastante frecuentado en verano por la gente de Albacete para escapar a los calores de la capital, así que también cuenta con una abundante dotación de piscinas y otros equipamientos deportivos.
En cuanto a los aspectos comercial y bebercial, también está excelentemente provisto. La barbacoa reina indiscutible a la hora de la comida: costillas, chuletas, chorizo, morcilla, pechugas, entrecots… El fin de semana que nosotros estuvimos no había demasiado ambiente nocturno, sin duda porque eran las fiestas de La Gila, una aldea cercana. De todas formas nosotros nos las apañamos para dar con el pub del pueblo, que no nos gustó demasiado, así que la noche siguiente nos tomamos el digestivo de rigor, tras el entripado de queso frito y costillas de cerdo, en un pub-bar de tapas que nos había recomendado la chica de la oficina de turismo (que predicaba con el ejemplo, porque después nos la encontramos allí).
En fin, un pueblo muy poco conocido pero que merece la pena la visita. Uno de los tesoros ocultos de esta, nuestra Comunidad, que esperamos seguir descubriéndoos en este blog.
Por si queréis ampliar esta información aquí tenéis la página del Ayuntamiento de Alcalá del Júcar.
El pueblo está situado sobre un espolón de roca que da forma a una de las hoces del río. El castillo se encuentra en lo alto; por debajo de él, sobre una de las laderas, se extiende el pueblo: Un Dédalo de casitas blancas surcado por estrechas callejuelas zigzagueantes. La mayoría de las casas tienen habitaciones talladas en la roca. Algunas de ellas, incluso, la atraviesan con túneles que han acondicionado como bares, con terrazas colgadas sobre el precipicio que da al río. Dorami y yo estuvimos tomando una cerveza en una de ellas, la Cueva de Masagó. No pudimos visitar la más famosa debido a la boda de la Hija del Diablo, que obligó a su padre a cerrar su Cueva. Mención aparte merece la iluminación del pueblo. Desde nuestro alojamiento podíamos verlo como una alfombra de luz blanca que se extendía sobre la montaña, coronada por el castillo bañado en luz dorada. Esta iluminación tiene el tercer premio de un concurso internacional convocado por Phillips, tras la Torre Eiffel y la Gran Mezquita de Estambul.
Nosotros nos alojamos en unos apartamentos rurales, al otro lado del río, pasado el puente romano. Estaban bastante bien, si no fuera por el colchón, que era horroroso, y porque la ducha era solo un desagüe en el suelo del cuarto de baño. Esto tiene la ventaja de que es muy fácil de limpiar, pero como no esté bien hecho el suelo puede resultar un desastre. En nuestro caso el suelo no estaba bien hecho: Teniendo en cuenta como están últimamente las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera, estoy por apostar que teníamos en la habitación uno de los humedales más extensos de la región. De todas formas hay multitud de alojamientos en el pueblo: hoteles, hostales, apartamentos, casas rurales… Por lo visto es un lugar bastante frecuentado en verano por la gente de Albacete para escapar a los calores de la capital, así que también cuenta con una abundante dotación de piscinas y otros equipamientos deportivos.
En cuanto a los aspectos comercial y bebercial, también está excelentemente provisto. La barbacoa reina indiscutible a la hora de la comida: costillas, chuletas, chorizo, morcilla, pechugas, entrecots… El fin de semana que nosotros estuvimos no había demasiado ambiente nocturno, sin duda porque eran las fiestas de La Gila, una aldea cercana. De todas formas nosotros nos las apañamos para dar con el pub del pueblo, que no nos gustó demasiado, así que la noche siguiente nos tomamos el digestivo de rigor, tras el entripado de queso frito y costillas de cerdo, en un pub-bar de tapas que nos había recomendado la chica de la oficina de turismo (que predicaba con el ejemplo, porque después nos la encontramos allí).
En fin, un pueblo muy poco conocido pero que merece la pena la visita. Uno de los tesoros ocultos de esta, nuestra Comunidad, que esperamos seguir descubriéndoos en este blog.
Por si queréis ampliar esta información aquí tenéis la página del Ayuntamiento de Alcalá del Júcar.
5 comentarios:
Creo que yo estuve allí hace unos cuantos años. Incluso estuvimos en uno de esos restaurantes excavados en la roca y que tenían vistas al río desde las terracitas abiertas en el risco. Era un sitio pintoresco. Durante aquel fin de semana estuvimos hospedados en una casa-cueva de Cubas, un pueblo también albaceteño y situado igualmente en las Hoces del Júcar pero, a diferencia de Alcalá, en la parte baja del acantilado.
Y no tengo nada más que añadir, así que me callo.
Saludos cordiales.
Lo apuntaremos, será uno de los "prósimos" viajes que hagamos en el R19 con alerón trasero..
Siempre es gozoso leer vuestros "pos" sobre viajes, con abundante información y recomendaciones de comer y de beber, que es lo que mola..
Meteorismo,
Dada la vida de cartujo de la que alardeas, de toda la gente que hubiera pensado que podía conocer este pueblo, tú hubieses ocupado uno de los últimos lugares de la lista.
Antares,
Harás bien en seguir esta recomendación, porque este viaje es asaz recomendable (valga la redundancia).
A ver , Alcala del jucar dices que es un pueblo poco conocido??....y ha ganado el 3º premio del mejor pueblo de Europa..?..leeme bien..y sobre lo que dices , de las chicas esas de la oficina de turismo , son unas profesionales como la copa de un pino..y claro que van a ese pub que tú nombras , y pasa algo..?..Alcala recibe a todo tipo de gente , pero sobre todo educada , y que hace una buena critica , siempre que no sea destructiva como la tuya..!
Es todo..
un saludo..
por cierto no soy de Alcala..soy de valencia
¿¿¿Crítica destructiva??? ¿Has estado leyendo el diario de sesiones del Congreso? Porque lo que no has leído, desde luego, ha sido este artículo. Yo no veo ninguna crítica en él, como no sea lo del alojamiento, que es, supongo, un caso puntual. Es más, Alcalá nos encantó, tanto a Dorami como a mí, y creo que eso queda bien claro en el artículo.
En cuanto a lo de que es un pueblo poco conocido, me remito al científico método de la ignorancia manifestada por varios amigos bastante viajados.
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