lunes, 20 de julio de 2009

Duelo de "gigantes"

Pensaba yo que éste iba a ser un verano tranquilo, sobre todo teniendo en cuenta que me encuentro alejada de los calores de Toledo en mi pueblo, que no se caracteriza precisamente por estar abarrotado de turistas, pero los acontecimientos no dejan de sorprenderme. En este punto sería interesante que releyeseis un antiguo artículo del blog: “Cucarachas, enanos y enanos gigantes”. ¿Lo habéis leído ya? Bueno, pues ya puedo seguir: martes 14 de julio (hora de la siesta para ser más precisa). Mi madre, que a todas horas busca una excusa para comer, se pone a hacer un café (“para mojar algo”). Nos sorprende el ruido del vecino de arriba (el enano, recordad). Nos asomamos por el balcón y vemos que en la calle hay aparcada una furgoneta de reparto de donde salen un par de “tiarrones” con varias cajas y con un sofá.


Con gran esfuerzo (deduzco por sus jadeos) suben la escalara hasta el piso donde vive el enano. Cuando toda la mercancía estaba arriba empezamos a escuchar una discusión cada vez más altisonante. La secuencia exacta de los acontecimientos es ésta: voces-disparos-huida escaleras abajo-llegada de la guardia civil-detención del enano (con esposas incluidas)-traslado al calabozo-regreso un día después a la casa con ostensibles muestras de la violencia de las “fuerzas del Estado”.


En cuanto a mi madre se le ralentizó el ritmo cardiaco (el susto, sobre todo a raíz de los disparos, fue macanudo) inició la investigación de los hechos: al enano lo convencen unos comerciales para comprar un sofá en el que si se sienta le van a crecer la piernas. Por si eso fuera poco, además, con la compra le regalan una cadena musical y un teléfono móvil. Además, sólo tiene que hacer un pago inicial de 50 Euros. Claro, y aquí es donde vino el problema, una vez servido el producto, debería hacer frente a la siguiente letra, bastante más abultada. El enano se niega a pagar más dinero (creía que con los 50 Euros iban más que sobrados) y también se opone a que se lleven la mercancía. Ante tal situación, como si de un western se tratase, no le queda más recurso que desenfundar su arma. Si ya lo digo yo, estas películas del Oeste que nos ponen todas las tardes en las televisiones locales, están haciendo mucho daño…

En fin, el caso es que, como adelantaba unas líneas más arriba, tuvo que venir la guardia civil y llevárselo detenido. Del sofá, la cadena y el móvil no sabemos qué habrá sido. Lo que sí es seguro es que los repartidores no pisan más mi pueblo.

Por cierto, mientras escribo estas líneas, el enano, que ya está de regreso en el piso de arriba, está haciendo la colada. ¿Qué cómo lo sé? Pues porque cada vez que pone la lavadora se le escapan riadas de agua que caen sobre nuestra galería. Menos mal que lava poco. Claro y hemos tenido que subir a decírselo. Pensamos en echarlo a suertes, pero como mi padre es el mayor de la familia, lo hemos mandado a él. Afortunadamente, esta vez no hubo disparos…

5 comentarios:

Peritoni dijo...

Jo y yo me quejo de mis vecinos traficantes de droga, que por lo menos no estaban en casa cuando la poli hizo el asalto.
Pero ese enano tiene pistola??, y lo vuelven a soltar??
Besus.

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

joeeeeeeee, vaya vecinos ;) cuidadín.

un abraz.

Dorami dijo...

Peritoni, la pistola era de fogueo, pero no veas lo escandalosa que es. Por lo visto se la han quedado las autoridades competentes.
Ya te digo, Fernando. Con estos vecinos, quién quiere enemigos.

Meteorismo galáctico dijo...

¡Qué gran vecino! Gracias a él tenéis historias apasionantes que contar y os lo pasáis pipa lanzado gruñidos para imitarle.

Jajaja dijo...

Billy el Chico, el sheriff incorruptible pero de "mano tonta", el gran jefe Aguila Emplumada sentado a la puerta del "saloon", la bella cantinera... Como se nota que estás en el Lejano Oeste (de Asturias).