El tráfico mercantil entre los encargados de establecer la culpa penal y los encargados de fabricar la mala reputación es una de las mayores indecencias de las sociedades contemporáneas. Los periodistas acceden a jugar el papel de jueces prematuros en el escenario público a cambio de recibir las noticias en exclusiva que les permiten vender más ejemplares o alcanzar mayores audiencias. Y los fiscales y policías filtran sus sospechas todavía sin pruebas suficientes para desencadenar los mecanismos inquisitoriales de la culpa y de la confesión.
Lluis Bassets, subdirector de El País, en una crítica al libro "Raval. Del amor a los niños", de Arcadi Espada.
Lluis Bassets, subdirector de El País, en una crítica al libro "Raval. Del amor a los niños", de Arcadi Espada.
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